Dos empleados dicen que el yerno de la viuda del expresidente de la CAM llevaba la misma ropa tras el asesinato

La asistenta del 'cuerpo de la casa' de los Sala declara por la muerte de Maria del Carmen Martínez.
La asistenta del 'cuerpo de la casa' de los Sala declara por la muerte de Maria del Carmen Martínez. - EUROPA PRESS
Publicado: lunes, 21 octubre 2019 14:30

Otro yerno de María del Carmen Martínez apunta a un posible robo

ALICANTE, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

Dos trabajadores de Novocar han asegurado este lunes, en la sexta sesión del juicio contra Miguel López, por el asesinato de su suegra, Maria del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM, que el acusado llevó la misma ropa en el horario de trabajo y cuando se le llamó para que volviera al concesionario, tras descubrir a su suegra agonizando después de recibir los dos disparos que acabaron con su vida el 9 de diciembre de 2016.

El director de Novocar ha mantenido que comió con López el día del asesinato y que llevaba un jersey azul y unos pantalones grises y que cuando lo vio en el concesionario, tras ser avisado del suceso, iba vestido de la misma manera. Ha precisado que por la noche, tras los hechos, se acercó al concesionario, que la policía no le permitió acceder y que vio a López que le comentó lo sucedido.

El empleado ha dicho que trabajó 21 años en la empresa a las órdenes de Miguel López, de quien ha dicho que no podía valorar si estaba "afectado" por la muerte de su suegra, pero ha considerado que "en absoluto" estaba "inquieto". Le ha definido como una persona "activa", pero ha rechazado definirle como "nervioso".

Ha explicado que mantenían "una relación cordial" de "muchos años" de trabajo pero que "jamás" compartieron actividades de "ocio o de vacaciones" ni "juntos" ni con sus familias. Asimismo, pese a que el trabajador es aficionado a la caza, ha manifestado que "jamás" han hablado "de armas".

Por su parte, el jefe de Sala y de Administración ha confirmado, a preguntas del fiscal, que Miguel López "volvió" al concesionario, tras ser avisado de los hechos "con la misma ropa", que era "un pantalón azul marino y una chaqueta larga".

Asimismo, a preguntas de la defensa ha reiterado que no notó que llevara el pelo mojado por ducharse y que tampoco notó que se hubiera cambiado de ropa.

Ha señalado que llevaba "más de 20 años" en la empresa y que ahora es el "único" trabajador que sigue vinculado al holding familiar. Así, sobre el día de los hechos, ha relatado que vio a López sobre las 16.00 horas en su despacho --los hechos ocurrieron sobre las 18.50 horas--, ya que los despachos eran "contiguos", que no vio "un comportamiento extraño" y que "era una persona normal, un buen jefe y una buena persona".

Este trabajador fue uno de los que vio a la víctima en el lavadero cuando salía de trabajar porque una compañera le dijo que a Maria del Carmen Martínez "le había pasado algo". Ha relatado que salió sobre las 19.00 horas, vio que otros trabajadores la sujetaban, que se acercó y que la víctima cayó al suelo.

Ha dicho que llamó a López, a las 19.04 horas, y que le dijo que fuera al concesionario, aunque sin precisarle qué había ocurrido.

Ha mantenido que la relación, en su presencia, con la familia era "buena" y que no notó "nada" sobre posibles malas relaciones.

Por su parte, el empleado de Recambios ha dicho que vio "a media tarde" y conversó unos minutos con López, pero que no recordaba la ropa que llevaba. Además, ha asegurado que no oyó los disparos ni "sospechosos" esa tarde.

72 HORAS DETENIDO

Por su parte, un amigo del hijo de la víctima ha expuesto que él y su mujer dieron el pésame a Miguel López en el tanatorio y que éste estaba "muy alterado", hablaba "deprisa y muy alto" y tenía "los ojos abiertos".

Así, ha manifestado que, en el transcurso de esa misma conversación, López dijo que su cuñado llevaba cuatro horas declarando ante la Policía y que confiaba en que fuera "sensato" y contara que había problemas por las empresas pero "como en todas las empresas familiares", a lo que añadió, según el testigo: "Todo el mundo sabía que mi suegra había perdido la cabeza hace más de dos años".

Además, ha afirmado que le dijo: "Yo sé que voy a estar 72 horas detenido". Una manifestación que le dejó "completamente descolocado" y que intentó "tranquilizarle". "Dijo que esto va así, saldría el juicio y estaría dos o tres años en preventiva", ha continuado.

El testigo ha definido a Miguel López como "un hombre vehemente" que "defiende las cosas en las que cree; muy extrovertido", y que recomendó, porque conocía el enfrentamiento "muy duro" entre los hermanos, que deberían llegar a un acuerdo, porque desde la muerte del padre la relación se había ido "deteriorando".

GOLPE SOBRE LA MESA

Por su parte, una asistenta "del cuerpo de casa" ha lamentado que la relación familiar se fue deteriorando desde la muerte del padre, Vicente Sala, y cuando a Maria del Carmen Martínez se le detectó una enfermedad. Ha definido a la víctima de "muy afable, sencilla, muy segura de sí misma", una mujer que "pisaba fuerte" y "tenía rutinas".

Ha secuenciado que a los tres años de la muerte de Sala, a principios de 2014, empezó a desgastarse la relación familiar aunque había "una convivencia aceptable" y que el deterioro llegó a la "ruptura total" en junio 2016, al punto que las hijas dejaron de comer en la casa paterna y se llevaban la comida y la cena a sus casa.

Ha manifestado que "no se hablaban" y ha relatado un episodio con la hermana de la víctima, Antonia Martínez, en el que Miguel López dio un golpe sobre la mesa. Unos hechos que se produjeron un par de meses antes de la muerte de Maria del Carmen y fue "la primera y única vez que sucedía". En ese sentido, ha definido a Miguel López de "nervioso", con "una pronunciación de voz muy alta" y "con un pronto" que le podía durar "15 ó 30 segundos", aunque también ha dicho que era quien "rompía el hielo en las comidas familiares".

Ha explicado que la víctima le comentó que le habían tocado las "joyas y papeles" que tenía en sus cajones, aunque no le dijo "de quién sospechaba".

"CON DOS COJONES"

Por último, Abacuc Méndez Hernández, marido de Maria del Mar Sala y cuñado de Miguel López, ha opinado que a su suegra pudo matarla "un desgraciado" que pasaba por el lavadero de Novocar porque "siempre" iba con joyas por valor de 30.000 euros. "Un reloj de 18.000 euros, dos solitarios de dos kilates y una cruz de cuatro o cinco", ha dicho.

Además, ha explicado que cuando le llamó López por los hechos le comentó que había pasado "algo grave" porque habían "atracado" a Maria del Carmen Martínez. No obstante, ha negado que la familia recibiera "amenazas" de América del Sur, donde hay intereses empresariales del holding.

Ha definido a su cuñado de persona "cariñosa" y "majo", que hablaba inglés, y que, por eso, se lo llevaban a las reuniones con los proveedores en viajes por Europa aunque "no intervenía".

Ha comentado que la tarde de los hechos le llamó Miguel López y le recomendó que le dijera al hijo de la víctima, Vicente Sala, que no acudiera al lavadero porque su madre estaba en "un charco de sangre".

A su suegra la ha definido como una mujer "con dos cojones", "tenía muy claro lo que quería, era una persona valiente y entrañable".