Dos hombres cumplirán un año y medio de cárcel por quedarse con 3.000€ de fianza de una vivienda no vendida

Actualizado: viernes, 13 noviembre 2009 17:39

VALENCIA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a dos hombres a cumplir una pena de un año y medio de prisión por quedarse con 3.000 euros de fianza por la venta de una vivienda adquirida en una subasta que nunca llegó a realizarse. Los hombres aseguraron dedicarse a la compra de viviendas subastadas que luego ofrecían a posibles compradores a buen precio. Además, uno de ellos simuló que trabajaba en un banco.

De esta manera, el tribunal desestima los recursos de apelación interpuestos por los acusados contra la sentencia del juzgado de lo Penal número 1 de Valencia, que les condenaba a un año y medio de presión por un delito de estafa. En los escritos, apelaban a un error en la valoración de la prueba, y a que no se ha demostrado que quisieran estafar a las denunciantes.

La presunta estafa se inició en junio de 2005, cuando los dos acusados se pusieron en contacto con dos mujeres para venderles una vivienda que iban comprar en una subasta a un buen precio. El piso estaba situado en la Avenida Constitución de Valencia, tenía cuatro habitaciones y más de 100 metros cuadrados (m2). Su precio era de 117.197,36 euros.

Los hombres les indicaron que no podrían ver la vivienda hasta que no se la adjudicaran y recibieran las llaves, pero hasta entonces les pidieron una fianza de 3.000 euros para poder participar en la subasta.

Para convencer a las supuestas compradoras, uno de ellos simuló que trabajaba con una entidad bancaria, y mostró un contrato según el cual había realizado la misma operación con otro comprador. Incluso llamó por teléfono a otro supuesto comprador de Getafe para que pudieran hablar con él.

De este modo se ganaron su confianza y ordenaron una transferencia bancaria por un importe de 3.000 euros a favor de la cuenta de uno de los acusados. Seguidamente, firmaron un contrato privado por el que se les obligaba a vender un inmueble no identificado, y se indicaba que en ese acto se les entregaba la cantidad d dinero fijada como señal de la futura compraventa.

En la negociación, uno de los acusados se encargó de explicar los detalles de la operación y de convencer a las compradoras; mientras que el otro le acompañaba y permanecía en un segundo plano. Éste también portaba el contrato y lo firmó junto a los demás.

A pesar de esta firma, "en ningún momento" los acusados tuvieron intención de adquirir ningún inmueble en subasta, ni de vender ninguna vivienda a las mujeres, por lo que no llevaron a cabo ninguna gestión y se apropiaron de los 3.000 euros de fianza.

El tribunal otorga credibilidad a este relato de los hechos, aportado por el fiscal, al entender que no aparece ningún móvil espurio en la denuncia y que la narración de las mujeres fue coherente, "sin contradicciones", manifestando que dieron la fianza, que en la estafa intervinieron ambos acusados, y que nunca les devolvieron el dinero entregado como fianza.