VALENCIA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cáritas Diocesana de Valencia ha expresado este miércoles su "profunda tristeza e impotencia" por el cierre del programa de sida que puso en marcha hace 20 años y que comprende el Hogar Mas al Vent y la vivienda Siquem para la atención de personas enfermas crónicas y terminales de sida, al no haber recibido las subvenciones oficiales para mantener la actividad, según ha informado el Arzobispado, que difunde el comunicado de la entidad.
Este programa fue transferido el 1 de enero de 2011 a la Fundación Mare de Déu dels Innocents i Desamparats, de la que Cáritas Diocesana de Valencia forma parte junto a la Archicofradía de Nuestra Señora de los Desamparados y los Seguidores de la Virgen.
"En ese momento contaba con la financiación de las Conselleries de Sanidad y de Justicia y Bienestar Social, que ascendían a 392.830 euros, así como con el apoyo económico de Cáritas Diocesana, la Archicofradía de la Virgen de los Desamparados y los Seguidores de la Virgen", según señala la entidad.
En 2011, al no recibirse el dinero "comprometido" por la Administración durante todo el año, Cáritas Diocesana adelantó la cantidad correspondiente a la subvención de la Conselleria de Sanidad. Sin embargo, "el anuncio, por parte de Sanidad, de que en el año 2012 su apoyo al Hogar Mas al Vent se reduciría a un total de 185.000 euros (un 50 por ciento menos), ha llevado a la Fundación MAIDES a considerar inviable el programa y se ve obligado a cerrarlo".
El proceso de cierre que inicia ahora el programa de sida "no concluirá hasta que todas y cada una de las personas atendidas en sus instalaciones no sean acogidas en otros alojamientos en los que se garantice dignamente su atención", ha precisado Cáritas.
"CRECIENTES NECESIDADES SOCIALES"
Cáritas Diocesana ha explicado que la "imposibilidad" de seguir adelantando el dinero de la subvención de la Conselleria de Sanidad es debida a "las crecientes necesidades sociales que llegan a los servicios de acogida de las Cáritas Parroquiales y al servicio de acogida de Cáritas Diocesana, debido al aumento de la precariedad y vulnerabilidad de las personas".
No obstante, la institución caritativa ha asegurado será la que asuma la indemnización a los trabajadores del Programa de sida, "según el máximo que exige la ley (45 días por año trabajado)".
Cáritas Diocesana de Valencia denuncia que el cierre de Mas al Vent "es una muestra más de la necesidad de reforzar la red de protección y los servicios sociales, para que no se reduzcan los presupuestos destinados a estas partidas, como ha afirmado en repetidas ocasiones".
"Es en las políticas sociales donde se ve reflejada la preocupación y la implicación de los gobiernos en el bienestar de los ciudadanos", según expresa la entidad, que recuerda que la situación en España "confirma que millones de españoles padecen una pobreza más extensa, más intensa, más crónica", ya que "los beneficios de los años de bonanza económica se repartieron de forma desigual y las dificultades impuestas por la crisis están afectando de forma masiva a las personas que, ya en los años de crecimiento económico, experimentaban mayores tasas de vulnerabilidad".
Según Cáritas, los recortes han afectado igualmente a la institución, que ha constatado "un gran incremento de las personas beneficiarias de su acción, pasando de 41.059 en 2008 a 75.000 en 2010". "Muchas de estas personas han sido derivadas a Cáritas por los Centros Municipales de Servicios Sociales cuyos presupuestos y personal tampoco han dejado de sufrir recortes en los últimos años", ha añadido.