El dueño del hotel sadomasoquista de Vilafranca estudia los nuevos costes y si son muy elevados se irá

Actualizado: martes, 7 julio 2015 8:23

CASTELLÓN, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

El dueño del hotel destinado a prácticas sadomasoquistas que tenía previsto abrir este mes en Vilafranca del Cid (Castellón) ha asegurado que está estudiando los nuevos costes que podría tener la apertura del negocio y ha señalado que si son muy elevados, se irá.

Así se ha pronunciado en declaraciones a Europa Press, al tiempo que ha explicado que el Ayuntamiento le exigió hace dos meses cuatro luces de emergencia, un extintor y una escalera de incendios y hacer el cambio de titular, pero ahora le piden registrarlo como un alta nueva, "lo que supondría tener que realizar obras en todo el edificio, desde cero, y el edificio es de alquiler con opción a compra, por lo que es una inversión muy elevada", ha dicho.

El gerente del negocio ha manifestado que con esta exigencia, le están obligando "a tumbar el hotel y levantarlo de nuevo", y ha apuntado que el Ayuntamiento "está exprimiendo la ley a su favor para que agote mi capital y mi paciencia y me marche, pero con esta inversión ya realizada, yo no me puedo marchar", refiriéndose a la negativa mostrada por el municipio a acoger un negocio de estas características.

Sin embargo, ha explicado que va a reunirse con un equipo de ingenieros para estudiar si es factible hacer una nueva inversión "para tener todo lo que se nos exige". "Si no son costes muy altos, los afrontaré, pero si son muy elevados, me iré".

En este sentido, se ha mostrado "indignado" con la situación, "especialmente habiendo la crisis que hay", y ha destacado que "hace una semana nadie sabía ni qué era Vilafranca, ahora todo el mundo lo conoce".

"Si fuera el alcalde estaría dando saltos de alegría, porque, además de tener una fábrica, tener un hotel en el municipio generará riqueza y esto puede afectar positivamente a la economía", ha apuntado, al tiempo que sugiere que su negocio podría reactivar otros dos hoteles que hay en el pueblo.

"En mi hotel caben 40 personas y estoy seguro de que si celebro una fiesta vendrían muchas más de las que luego se pueden quedar a dormir en mi establecimiento, por lo que esos hoteles podrían acoger a más huéspedes y funcionarían mejor", ha apostillado.