'Els mals noms', la película debut de Marc Ortiz Prades que "desmitifica la leyenda negra" de La Pastora

La cinta se estrenará en el Festival de Cine Europeo de Sevilla

Rodaje de la pelócula 'Els mals noms'
Rodaje de la pelócula 'Els mals noms' - REMITIDA PRODUCCIÓN DE 'ELS MALS NOMS'
Europa Press C. Valenciana
Publicado: lunes, 13 octubre 2025 12:18

   VALÈNCIA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El Festival de Cine Europeo de Sevilla acogerá el estreno de la ópera prima del cineasta Marc Ortiz Prades, 'Els mals noms', producida por Paloma Mora de Admirable Films y TV ON Producciones y Marc Muñoz, Lamalanga Produccions.

   La película, que cuenta con el apoyo de RTVE, À Punt, 3Cat, el Institut Valencià de Cultura (IVC), el Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC) y Afin SGR, ha sido seleccionada en la sección Rampa, el espacio del certamen dedicado a los nuevos talentos del cine europeo.

   'Els mals noms' --rodada en las comarcas de Els Ports y Baix Maestrat de Castellon, y en las de Montsià, Terra Alta y Baix Ebre de Tarragona-- se presenta como un "retrato fílmico íntimo, austero y fragmentado" sobre la figura de Florencio, conocido popularmente como 'La Pastora'.

   Este hombre intersexual nacido el 1 de febrero de 1917 vivió más de 30 años como mujer hasta que se atrevió a ingresar en la guerrilla para huir de la Guardia Civil. Un hecho que la propaganda franquista utilizó para convertirle en el chivo expiatorio perfecto a quien acusar de todos los crímenes sin resolver de la zona. Una leyenda negra que todavía hoy perdura en el imaginario colectivo, pero que el director recupera en su debut en el largometraje desde una mirada profundamente humana.

   "El vínculo personal que tengo con esta historia es tal, que resulta imposible romperlo: me crié por las mismas calles por las que corría la Pastora, jugaba en los bosques donde se escondía y mi abuela, que es quien me lega su historia, fue una de sus modistas", comparte su también guionista en un comunicado.

   La propuesta constituye un ejercicio de recopilación de memoria oral de varios años a cargo de Ortiz Prades, a partir de los relatos de numerosas personas que conocieron directa o indirectamente a Florencio. El realizador los ha dramatizado y distribuido a lo largo de una estructura narrativa intencionadamente mínima, evidenciando que los hechos que esta película expone pertenecen a un relato fragmentado donde existen vacíos.

   'Els mals noms' se ha construido como una "desmitificación" del personaje y una reivindicación de la diferencia, en palabras de su autor, "es una crónica de transformación y de libertad personal en una época en que lo distinto era condenado".

   El filme combina "el rigor histórico con la poética visual, mientras juega con planos largos, un tempo pausado, interpretaciones sobrias, atmósferas sonoras que nacen del naturalismo y decorados minimalistas".

ESTRUCTURA CAPITULAR PARA TRES INTÉRPRETES

   Tres intérpretes, Adrià Nebot, Álex Bausá y Pablo Molinero, encarnan al personaje en diferentes momentos de su vida. El filme adopta una estructura capitular, donde cada uno correspondiente a una etapa vital y a un nombre distinto por el que se conoció al protagonista.

   "Por un lado, esta decisión responde a la naturaleza fragmentada de los relatos orales que he ido recogiendo y que son la materia prima desde la que se escribió el guión. Por otro, sirve para contextualizar los distintos nombres que le impusieron o eligió", apunta el cineasta.

   El propio Ortiz Prades describe su película como un "biopic histórico intencionadamente fragmentado", una obra donde el público completa el sentido de la historia a través de los silencios y los vacíos. Nos encontramos ante una película atípica de posguerra. "'Els mals noms' es una experiencia de búsqueda, donde el espectador debe investigar y elucubrar. La satisfacción está en ir resolviendo los interrogantes", afirma.

   Para el cineasta, Florencio Pla Meseguer simboliza la diferencia y la resistencia frente a la norma impuesta. "La Guardia Civil encontró en su diversidad la cualidad perfecta para construir un relato donde lo diferente era automáticamente asimilado como lo ilegal, lo perverso, lo incorrecto, lo enfermo... todo lo malo en definitiva. Mi película busca desmontar esa mentira y reivindicar la humanidad de Florencio".

   "Esta historia me fue legada por mi abuela, pero es también la historia de muchos otros que como Florencio fueron silenciados por su origen, naturaleza o género. Y, sobre todo, es la historia de alguien que solo quería ser reconocido tal y como se sentía: un hombre", concluye Ortiz Prades.

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