VALENCIA 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, dio la bienvenida al Papa Benedicto XVI en valenciano y le agradeció su visita "en estas horas de dura prueba" en el que "el dolor ha quebrado la alegría" del encuentro, tras la muerte de 42 personas en el accidente de metro ocurrido el pasado lunes en la capital.
"La alegría de encontrarnos se quebró con la dolor de la tragedia pero estamos en familia. Es decir, estamos juntos, unidos por amor, en las alegrías y en las penas, en las buenas y en las adversas circunstancias", aseguró el arzobispo, quien añadió que "los fallecidos y sus familias son también nuestros muertos y nuestras familias".
Asimismo, añadió que "en estos momentos de dura prueba" el Santo Padre ha sido de "gran consuelo" con sus "oraciones desde Roma y ahora con su presencia y con su encuentro íntimo con las familias de las víctimas". "A todos nos ha conmovido la ternura de su compañía y la fuerza de su testimonio puesto en Jesucristo, muerto y resucitado", apuntó.
El arzobispo añadió que Valencia le recibe "cariño y alegría" para presidir el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) , "que venidas de todo el mundo, desean encontrarse con el Papa para proclamar la belleza del Evangelio de la vida y de la familia que precisa nuestra sociedad".
Así monseñor García Gasco dio la bienvenida al Papa ante los miles de peregrinos congregados en la Plaza de la Virgen de Valencia, que le aplaudieron cuando hizo referencia a las familias de las víctimas, en el que calificó de "emblemático lugar" y "verdadero corazón" de Valencia y de sus "raíces cristianas" ya que junto a la Catedral "están las ruinas de la Valencia romana, testigo de los comienzos de la difusión de la Buena Nueva de Cristo.
Ante un tapiz floral de la Virgen de los Desamparados, en el que se colocó al Pontífice, el arzobispo le explicó que los valencianos "a los pies de su Madre, reafirman su fe en Dios". "Ese Dios del que nos habéis recordado en vuestra encíclica que es amor y nos llama a difundirlo en todas partes". Este, dijo, "es el marco más adecuado para presentarnos la Iglesia en Valencia, rica en historia, compromiso evangélico, testimonios de santidad y acción misionera".
Hoy, en los inicios del Tercer Milenio, "la Iglesia en Valencia quiere seguir siendo evangelizada y evangelizadora; instrumento para la íntima comunión con Dios y fraternidad entre todos los hombres", señaló García-Gasco.