EMF.- Los peregrinos soportarán temperaturas de entre 29 y 31 grados el fin de semana y una humedad del 60 por ciento

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: jueves, 6 julio 2006 16:33

VALENCIA 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los peregrinos soportarán temperaturas de entre 29 y 31 grados y una humedad cercana al 60 por ciento durante este fin de semana en el que está previsto la asistencia del Papa Benedicto XVI al V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que se celebra en Valencia, según informaron hoy fuentes del Centro Meteorológico Territorial en esta ciudad.

Las mismas fuentes explicaron que para el sábado se esperan cielos poco nubosos, con temperaturas entre los 29 grados de máxima y los 22 de mínima, y con vientos flojos con predominio de la componente Este. Para el domingo, las temperaturas aumentarán, registrándose máximas de 31 grados y mínimas de 23, y seguirán los cielos pocos nubosos con vientos flojos.

En concreto, el día 8 de julio la temperatura media a las 20.00 horas será de unos 26,4 grados; la humedad relativa en este mismo intervalo de tiempo será del 60 por ciento y el estado del cielo poco nuboso.

Para el domingo, la temperatura media a las 09.00 horas será de 22,1 grados, y ésta aumentará hasta los 26,4 grados sobre las 11 de la mañana. La humedad relativa a primera hora será del 72 por ciento y el cielo continuará poco nuboso.

Estos datos coincidirán con las temperaturas extremas que se registraron los días 8 y 9 de julio entre los años 1986 y 2005, en los que la máxima rondó los 29,9 grados a las 15.10 horas y la mínima los 21,3 grados a las 7.45 horas. La temperatura media del agua del mar fue de 24 grados.

Por otro lado, para el Papa también se han previsto una serie de medidas en el altar donde presidirá la Eucaristía a la que están previsto que asistan cerca de 1,5 millones de católicos. Así el escenario contará con seis grandes aparatos de aire acondicionado que alcanzarán a refrigerar unos 200 metros cuadrados.

En el perímetro de esta zona se creará también una cortina de aire, similar a la sensación que produce la entrada a un centro comercial, para contrarrestar el calor que generarán los grandes cañones de luz que iluminarán el interior del escenario.

Este dispositivo, a grandes rasgos, estará compuesto por dos potentes aparatos que desde el suelo impulsarán el aire hacia arriba. En la parte superior, otras cuatro máquinas lo recogerán, enfriarán y lo esparcirán de nuevo por toda la superficie.

El estrado, que tendrá una cubierta de 9 metros de altura, además proyectará una sombra de 400 metros que alcanzará a los asistentes que se encuentren en las primeras filas del escenario como cardenales, obispos y autoridades.

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