VALENCIA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La diputada autonómica de la Agrupación de No Adscritos y miembro de EUPV, Marina Albiol, criticó hoy el nombramiento de Francisco Baila como nuevo presidente del Consejo Escolar Valenciano (CEV) por parte del Consell y lo consideró "un insulto" al mundo educativo al mismo tiempo que exigió su cese.
"Un hombre que colocó por encima de la educación, el trabajo de partido cuando estuvo al frente de la Dirección General de Ordenación y Centros Docentes y que participó de las corruptelas del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, no es el más indicado para ocupar un puesto de tal envergadura", afirmó.
Asimismo, calificó de "intolerable" esta decisión del conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, y sostuvo que es "tremendamente grave y una afrenta al mundo educativo, más si se tiene en cuenta la forma oculta y poco transparente en que ha sido elegido".
La diputada de EUPV afirmó que "si existiera un mínimo de decencia política dentro del Partido Popular, este señor estaría fuera de la política hace muchos años" y añadió que su trabajo al frente de la Dirección General de Ordenación y centros docentes "fue auténticamente vergonzoso, actuando de una forma completamente servil a los dictados de Fabra y con enfrentamientos continuos con el mundo educativo".
"Baila utilizó su cargo para beneficiar a su partido convirtiendo en el cortijo de Fabra la educación de Castellón y excluyendo a todos aquellos que discrepaban con su política", aseveró Albiol, quien señaló que Baila "fue cómplice de Fabra y utilizó su cargo para hacer favores a determinadas personas y conseguir así votos para el Partido Popular, tal y como demostraron las grabaciones que salieron a la luz hace unos meses". "Éste no es perfil deseable para el cargo de presidente del Consell Escolar Valencià", aseveró.
La representante de Esquerra Unida exigió a Font de Mora que "recapacite y reconsidere esta decisión" y aseguró que el conseller "está preparando una guerra contra la comunidad educativa y está reclutando a leales de la línea dura". "Una forma reprobable de entender su cargo como conseller", concluyó.
