CASTELLON, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ex jefa del Servicio de Inspección Medioambiental de la conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat valenciana, Pilar Urrutia, declaró hoy en el juicio que se sigue en la Audiencia de Castellón por el presunto vertido de residuos peligrosos en la provincia de Castellón por parte de la empresa Intal que a ésta le resultaba diez veces más barato depositar sus residuos en vertederos de la provincia de Castellón que en Cataluña.
La testigo señaló que, tras la toma de muestras de los residuos depositados por Intal en 1996 para su caracterización, se concluyó que éstos eran tóxicos y peligrosos, tras lo que se inició un expediente sancionador contra la empresa, la transportista Cotravi y los propietarios de los vertederos donde se depositaron los residuos, "los cuales eran incontrolados y no tenían autorización", dijo.
En una propuesta de resolución, indicó, se impuso una sanción y la obligación de retirar los residuos vertidos. Sin embargo, Urrutia explicó que la empresa tan sólo recogió una parte de los mismos, por lo que tuvo que hacerse cargo del resto la Generalitat Valenciana, para lo que se adoptaron medidas de emergencia, "ya que había peligro para la salud de las personas y del medio ambiente".
Aunque en la ficha de aceptación de dichos residuos aparecía que eran inertes, la testigo declaró que mucho antes de que Intal depositase los vertidos en Castellón, la Junta de Residuos de Cataluña los catalogó como especiales, "lo que equivale a tóxicos y peligrosos".
Urrutia aseguró no recordar que el Seprona de la Guardia Civil en 1992 pusiese en conocimiento de la Generalitat una denuncia sobre la existencia de los residuos de Intal, porque, en ese caso, dijo, "se hubiera iniciado un expediente".
Así mismo, tanto el que fue jefe provincial de la Unidad de Policía Autonómica en Castellón como un miembro de dicha Unidad manifestaron también ignorar que el Seprona supiera desde 1992 de la existencia de los residuos, ya que no les comunicó nada al respecto.
Por su parte, el ex jefe del Servicio de Residuos de la conselleria de Medio Ambiente, Angel La Orden, también indicó que la Junta de Residuos de Cataluña calificó los residuos de Intal como peligrosos, "por lo que debían ser depositados en vertederos muy especiales". Así mismo, indicó que dichos residuos podían afectar a los cultivos, a los seres vivos y a las aguas subterráneas debido a su alta salinidad y a la carga de metales pesados que contenían.
El testigo manifestó que en la ficha de aceptación de dichos residuos existía una contradicción, puesto que los códigos que registraba indicaban que tenían un componente peligroso y, sin embargo, se señalaba en ella que no hacía falta tener precauciones especiales, aunque aseguró no encontrar una razón científica o lógica a dicha contradicción.
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