Un exdirector del IVAM acusa a una exconservadora del museo de estafarle 278.000€ con una falsa inversión en Argentina

Actualizado: jueves, 19 febrero 2015 15:09

El exdirector, Kosme de Barañano, lamenta durante el juicio que es "difícil aceptar que le han estafado a uno"

VALENCIA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El exdirector del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) Kosme de Barañano ha acusado a una exconservadora del museo de estafarle 278.660 euros con una falsa inversión privada que le propuso, junto a su marido, en Argentina, y que iba a producir un rendimiento de un siete por ciento anual. Los hechos se remontan a hace ya más de 10 años, y el exdirector ha explicado que tardaron tiempo en denunciarlo porque "es difícil aceptar que le han estafado a uno".

Barañano se ha explicado de esta forma en el juicio que se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Valencia como consecuencia de la querella que interpusieron él y su mujer contra una exconservadora, hija de Conchita Gadea --viuda del ingeniero Rafael Cañamás y asesinada en su domicilio cuando tenía 80 años--, por el supuesto engaño. La denuncia también se dirigía contra el marido de la exconservadora, pero éste ya ha fallecido.

La exconservadora se enfrenta a una pena de tres años de prisión, tal y como solicita el ministerio fiscal, por un delito continuado de estafa, y al pago de una multa de 6.000 euros. Además, se le reclama que indemnice a los perjudicados con la cantidad estafada, que asciende a 278.660 euros. La mujer ha negado las acusaciones durante el juicio y ha reiterado que todo el tema económico y las ventas las llevaba su marido.

Los hechos se remontan al año 2000, cuando Barañano era director del IVAM --lo fue desde 2000 a 2004-- y la acusada, una conservadora del museo. A los pocos meses de ser nombrado director del IVAM, conoció al marido de su compañera de trabajo en una exposición que tuvo lugar en la Fundación Bancaja, donde su mujer trabajaba, según ha explicado.

El querellante ha explicado ante el tribunal que conforme fue pasando el tiempo, fue estrechando lazos con su compañera, hasta el punto que compartían comidas y cenas familiares en Jávea, y conocía a sus padres e hijos: "Conocíamos a la familia de ella e íbamos en el barco del marido a pescar", ha narrado.

En un momento determinado, su compañera de trabajo le comentó que su marido era un gran inversor, y habló al matrimonio de un negocio en Argentina, en concreto, de una inversión muy provechosa en acciones o títulos de la filial argentina de la Compañía Movistar. El matrimonio aceptó este negocio y comenzó a entregarle diversas cantidades de dinero, a través de cheques, al marido de la acusada, desde noviembre de 2003 hasta octubre de 2005, por un total de 278.660 euros. El marido se tenía que encargar de invertir el dinero en los títulos de Argentina, pero no fue así.

De hecho, según ha confirmado un perito judicial durante la vista, la mayoría del dinero que les iba entregando Barañano y su mujer se ingresaba en cuentas bancarias de las que eran titulares y se destinaba a gastos corrientes de la familia como a pagar el Club de Tenis, la Hípica, ropa, peluquería, el Colegio Alemán, etc.

Sobre estas entregas de dinero, el exdirector del museo ha explicado que se encargaba totalmente su mujer, que fue la que finalmente reclamó en varias ocasiones el dinero, y al final se le entregaron dos pagarés --uno de 50.000 euros y otros de 150.000 euros-- que cuando vencieron no tenían fondos.

"UN MOMENTO DIFÍCIL"

Barañano ha explicado que descubrieron el engaño cuando murió la madre de la acusada y posteriormente el esposo. "Ahí es donde se vio claramente que no íbamos a recuperar el dinero. Es un momento difícil, es difícil aceptar que le han estafado a uno". Tras ello se enteraron de que al parecer la pareja había estafado a más gente. De hecho, también ha recordado que su trabajadora le dijo en una ocasión, medio en broma, que había estafado a un director anterior con una plaza de garaje.

La mujer del exdirector ha explicado que ella personalmente se encargó de hacer las entregas de dinero, y ha repetido que la conservadora era conocedora tanto de ello como del fraude. "Ella nos había presentado a su marido y nos dijo que era un hombre de negocios y un inversor. Cuando le entregaba el dinero era a él, pero ella también estaba delante muchas veces", ha indicado.

De hecho, ha señalado que luego le reclamó el dinero a ella, y ésta inicialmente le prometió devolvérselo, aunque al final no lo hizo. Ha afirmado que tampoco le pidió recibos por las entregas de dinero "por una cuestión de confianza". "Me dijeron --ha dicho-- que si los quería me los podían dar, pero por la confianza no me parecía necesario".

Preguntada por qué tardó tanto en querellarse, ha sido muy contundente: "por vergüenza". "Me costó muchísimo reconocer que unos amigos me podían haber hecho una cosa así; y también reconocer que mi instinto me había fallado", ha agregado. "Todo empezó a ser una bola y seguía dando dinero pese a desconfiar porque sino, no iba a poder recuperar nada. Había que mantener una relación porque había una cantidad de dinero importante", ha apostillado.

EL PORTERO

Al juicio también ha acudido a testificar el portero de la finca en la que residía el matrimonio querellado, puesto que en uno de los cheques entregados por el exdirector del IVAM y su mujer, por importe de 6.000 euros, el que había retirado el dinero del banco había sido precisamente él.

Sobre este asunto, el portero, ya jubilado, ha explicado que cobró ese cheque porque se lo mandó el marido de la conservadora, "como otros trabajos que también me ha mandado", ha dicho, pero ha incidido en que luego el dinero se lo entregó a él. Seguidamente le pidió que cobrara otros cheques, pero él ya se negó por los problemas que le pudiera ocasionar.

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