Una experta dice que fomentar procesos de socialización en edad temprana es una estrategia para evitar víctimas de acoso

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 19 septiembre 2006 18:21

VALENCIA 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

La coordinadora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad del País Vasco, Maite Garaigordobil, afirmó hoy que fomentar los procesos de socialización desde edades tempranas es "una estrategia para evitar víctimas" de conductas agresivas en la adolescencia y resaltó que los jóvenes que "acosan en la infancia o en la adolescencia son los que en edades adultas tienen más probabilidades de tener conductas antisociales o entrar en una banda con conductas delictivas".

Garaigordobil pronunció hoy la Conferencia'Un programa de intervención para fomentar el desarrollo socioemocional y prevenir la violencia durante la adolescencia' durante el seminario 'Tres retratos de violencia: hijos tiranos, alumnos violentos y bandas juveniles. Reflexiones y prácticas para la prevención' organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la que explicó que ha llevado a cabo "un programa de investigación con la finalidad de fomentar el desarrollo social y emocional".

Este programa se aplicó de manera "expermental" en el País Vasco y en concreto, en niños de 12 a 14 años con problemas de conducta antisocial o de autocontrol de impulsos. "Son sesiones de intervención semanal, con dos horas de duración durante un curso escolar de varios grupos de adolescentes".

Según la experta, en estas sesiones se evaluaron "los efectos que había tenido este programa en diversas variables como: conductas sociales, conducta prosocial, conducta antisocial, en conductas de consideracion, conductas de liderazgo, conductas de autocontrol, asertivas, pasivas y agresivas". Además, explicó que se midió también el efecto en el autoconcepto, en la empatia, en los prejuicios, en la ansiedad, en las relaciones entre el grupo".

"La experiencia se reproduce durante un curso académico y con adolescentes que en este curso no habían tenido la oportunidad de hacer la experiencia de intervención". Asimismo, explicó que los resultados pusieron de relieve "la validez del programa, la utilidad de las actividades que contiene y sus positivos efectos en la conducta social y en el desarrollo de la personalidad durante la adolescencia".

Así, explicó que el programa contiene 60 actividades estructuradas en 7 grandes módulos: "un modulo para tratar el auto concepto; otro centrado en la capacidad de comunicación; otro centrado en la expresión y compresión de emociones; un cuarto módulo basado en las relaciones de ayuda de cooperación; otro vinculado a las percepciones de creencias y estereotipos; de descriminción y etnocentrismo y un ultimo de resolucion de conflictos y después el debate posterior donde se reflexiona sobre lo que se ha producido".

"Los resultados obtenidos al comparar el cambio que se había hecho en los grupos experimentales con grupos de control fue el aumento en las conductas de consideración con los demás, la disminución de las consuctas antisociales; la mejora del autoconcepto y la percepcion de los compañeros de grupo y la disminución de la ansiedad, dijo y añadió que "los programas generaban muchos beneficios para el desarrollo de variables positivas como la empatia", explicó.

La técnica de evaluación --dijo-- son "una bateria de tests y de pruebas psicológicas en septiembre y en junio". De esta forma, apuntó "el objetivo es aclarar que objetivos se cumplen y cuáles no para crear una línea de intervención psicologica en contextos educativos para desarrollar la personalidad en la infancia y en la adolescencia".

Frente a conductas negativas, Garaigordobil afirmó que siempre hay "una doble reflexión: por un lado hacer reflexionar a agresor, del daño moral de su conducta y por otro, el daño moral que se le hace a la víctima".

Por otro lado, indicó que a las familias se les informan para que "potencien los valores sociomorales que se tratan para situar a los padres en el modelo de educación moral que seria convergente y coherente".

BANDAS JUVENILES

En la Conferencia 'Los inmigrantes en Europa. Pandillas étnicas en busca de su identidad' dirigido por un miembro del centro de Criminología y estudios Socio-Jurídicos de la Universidad de Manchester, Juan José Medina Ariza, afirmó que "las encuestas que se han ido realizando tanto en países europeos, como en EEUU vienen a indicar que aproximadamente entorno al seis por ciento de los jóvenes pertenecen a algún tipo de pandillas" y añadió que "no hay razones para pensar que en España saliera un porcentaje inferior si se dieran estudios", matizó.

Además, indicó que en la relación entre pandillas e inmigración "es verdad que hay pandillas de grupos inmigrantes pero cuando se realizan encuestas de la población nacional, se ve de forma muy clara que la parte de este tipo de grupos esta constituido por chicos nativos y no por chicos de grupos étnicos". Así, dijo,"lo hacen por su condición de marginalidad y de exclusión social".

Además, explicó que existen unos factores de riesgo entre los jóvenes "por los que a medida que aumentan, existen más probabilidades de que formen parte de pandillas" y añadió "se dan a nivel personal, ya que son chicos con un determinado temperamento, hiperactivos, y a nivel familiar si tienen una relación problemática con los padres, si los padres no han sabido supervisarlos y disciplinarlos de forma adecuada, si en el colegio han tenido problemas y sobre todo si han sido expulsados, y no se les ha ofrecido ningún tipo de salida alternativa con la que ocupar su tiempo, por lo que acaban en la calle".

"Y también el contexto comunitario, porque estas pandillas suelen aparecer en barrios de carácter marginal, con falta de recursos educativos, recreativos y asocienciales que hace que sean difícil darles salida", concluyó.

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