CASTELLON 24 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación, Carlos Fabra, y su mujer, María Amparo Fernández, declararon hoy en el juicio que se sigue contra el empresario Vicente Vilar, acusado, entre otros delitos, de agredir sexualmente a su ex mujer, M.V., el 12 de abril de 2003, que cuando vieron a la víctima el mismo día de los hechos presentaba lesiones físicas.
Por su parte, el que entonces fuese director del Hospital de La Plana, donde fue explorada la víctima tras la presunta agresión, señaló que el parte de lesiones indicaba que se le había hecho una exploración ginecológica, "sin evidencias de lesiones externas y con una contusión ocular izquierda".
En su declaración, María Amparo Fernández, a la que en el momento de los hechos le unía una relación de amistad con el acusado, señaló que el 12 de abril pidió a M.V. que fuese a visitarla, puesto que el procesado llamó a Carlos Fabra explicándole que la víctima "llevaba mala vida respecto a las drogas e infidelidades". Tras permanecer toda la tarde con ella, le prestó 3.000 euros y un tarjeta de crédito, "puesto que no tenía dinero para dar de comer a sus hijos".
A partir de las 23.00 horas de ese día y hasta las 01.00 horas del siguiente, Fernández llamó a la ex mujer del acusado porque ésta le comunicó que Vilar iría a verla con su hijos. Según explicó la testigo, hasta las 11.00 o 12.00 horas del día 13 no puede hablar con ella, "que fue cuando me llamó para decirme que estaba en el cuartel de la Guardia Civil y me contó, temblando, lo que había pasado".
Según aclaró, M.V. le explicó que había sido golpeada y violada por el acusado, el cual la había amenazado con lo que ella creía que era una pistola. Entonces, la víctima fue recogida por un escolta de Carlos Fabra que ese día estaba fuera de servicio y fue trasladada al Hospital de La Plana y, posteriormente, a la vivienda de la familia Fabra.
"Cuando llegó a casa la vi desencajada, con una parte de la cara más hinchada que la otra y tenía en la parte de los lagrimales como hematomas", indicó María Amparo Fernández. La testigo declaró que posteriormente llegó la Guardia Civil, cuyos agentes tomaron declaración a la víctima en el propio domicilio, y, por la noche, se acercaron el entonces subdelegado del Gobierno, Vicente Sánchez Peral, y su mujer, "los cuales vinieron como amigos", señaló tras ser preguntada por el magistrado si habían hablado con el subdelegado para que tomara cartas en el asunto.
Así mismo, Fernández subrayó que la decisión de quitar al procesado como administrador único de Artemis 2000, empresa participada por ella misma y M.V., fue de ambas, "dadas las circunstancias", aunque aclaró que "no era demasiado importante porque esta empresa no tenía actividad, pero todo lo que fuera apartarnos de él era lo que nos pedía el cuerpo".
Por su parte, Carlos Fabra, que aseguró que el día de los hechos su relación con el acusado era buena, "aunque perjudicada por algunos comentarios sobre la relación con su esposa", explicó que Vilar le había comentado en algunas ocasiones que su entonces esposa "había estado liada con varios hombres, consumía droga y se dedicaba a la prostitución", lo que, según dijo, "provocó que yo le dijera a M.V. que se hiciese análisis de sangre para ver si había consumido drogas porque yo tenia versiones distintas". Dichos análisis, según Fabra, fueron solicitados al director del Hospital Provincial, entonces perteneciente a la Diputación de Castellón.
Fabra señaló que tras ocurrir los hechos, vio a M.V. "con mal aspecto, peor psíquico que físico, y con moratones alrededor del cuello, así como deprimida, estresada y bastante preocupada".
El testigo aseguró que le pareció "bien" la decisión de quitar a Vilar como administrador único de Artemis 2000, "la cual creo que surgió del asesor jurídico de su ex mujer". Preguntado si Sánchez Peral intervino en este asunto cuando abandonó su domicilio, Fabra indicó que no lo sabía, aunque matizó que "siendo tan íntegro como era, dudo que hiciera algo que no debía hacer".
Fabra constató que el deterioro de su amistad con el acusado fue anterior a la denuncia de M.V. cuando éste le presentó dos querellas criminales y "después de soportar multitud de cartas que remitía a la Diputación amenazándome de que si no convencía a su mujer sobre actitudes respecto a productos de Artemis 2000, me denunciaría, a lo que yo no accedí".
Finalmente, el chofer del acusado declaró ante la sala que después de cometerse los presuntos delitos, M.V. le llamó una tarde y le pidió que le ayudase a mentir en contra del acusado, por lo que le ayudaría económicamente, lo que el testigo denunció ante la Guardia Civil.
MAS QUE NEGOCIOS
Antes de iniciarse el juicio, el acusado, preguntado por los medios de comunicación si le constaba que entre su ex mujer y Carlos Fabra hubo más que negocios en común, afirmó que sí le consta, y señaló al respecto que "ayer estuve a punto de decirlo en el juicio y no lo hice, aunque, a lo mejor, lo diré a lo largo de la vista o en alguna declaración si procede".
Así mismo, preguntado sobre si la acusación de violación por parte de su ex mujer responde a querer quitarle todo lo que posee, Vilar indicó que "ellos lo intentaron ya durante un tiempo, pues hicieron un asalto al poder a través de una empresa, pero no les salió bien, y me imagino que lo que buscaban era eso".
El empresario indicó que, a lo largo del juicio, "se demostrará que no hay pruebas" sobre los delitos de los que se le acusan, "pues --aclaró-- lo único que encuentran el 13 de abril en el Hospital de La Plana a mi ex mujer es un pequeño arañazo que seguro que se lo hizo ella y, sin embargo, el 15 tiene lesiones más graves que por las circunstancias que sea, y seguramente en casa de la familia Fabra, le dijeron que se hiciera algo más porque con eso no podrían seguir para delante".
Finalmente, Vilar confió en que "se sepa todo lo que ocurrió" en la causa abierta por el juzgado de Nules en la que está imputado junto al presidente de la Diputación por presuntos delitos contra la Administración Pública, y aseguró que hay que esperar a las declaraciones de los cuatro ex ministros populares, "ya que la Conselleria de Agricultura de la Generalitat falsificó documentos de Artemis 2000 para favorecer a esta empresa", lo que, dijo, "puedo demostrar cuando quiera".