El fiscal pide 12 años y 9 meses de prisión para Vicente Vilar al que acusa de agredir sexualmente a su ex mujer

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 23 mayo 2006 20:03

CASTELLON 23 May. (EUROPA PRESS) -

El fiscal solicitó hoy 12 años y 9 meses de prisión para el empresario de Artana (Castellón) Vicente Vilar, al que acusa de un delito de agresión sexual contra su ex mujer, M.V., además de los delitos de hurto y detención ilegal. Dicho empresario está imputado junto al presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, en una causa abierta por los juzgados de Nules por presuntos delitos contra la Administración Pública.

En la primera sesión del juicio contra Vilar que se inició hoy en la sección segunda de la Audiencia de Castellón, además de los tres delitos, el fiscal demanda para el acusado dos meses y 20 días de multa a razón de 10 euros diarios por las faltas de amenazas y lesiones y la prohibición de acercarse a la víctima durante 11 años. Finalmente, pide una indemnización para M.V. de 12.000 euros por las lesiones causadas y el daño moral.

La acusación particular eleva la petición de pena a 22 años y 6 meses de prisión y solicita una multa de dos meses a 10 euros diarios por la falta de lesiones. El letrado considera que en el delito de agresión sexual concurre el agravante de alevosía, mientras que califica el delito de hurto como robo y la falta de amenazas como delito. Respecto a la indemnización, la eleva a 120.000 euros más 3.000 euros que supuestamente robó el procesado a la víctima. La defensa negó todos los hechos.

Según el escrito provisional del fiscal, el 12 de abril de 2003, el acusado, el cual se encontraba separado de hecho de su esposa desde el 9 de marzo de dicho año, en unión de su chofer y sus dos hijos mayores se personó en el domicilio de su ex mujer en Castellón y, tras acceder a la cocina, ordenó al conductor que abandonase la vivienda junto a los niños.

Como M.V. se negó a toda reconciliación, el acusado la agarró de la mano, la llevó al dormitorio y le pidió mantener relaciones íntimas, a las que la mujer se negó, por lo que la arrojó con violencia sobre la cama, la desnudó, le tapó la boca y la nariz y le agredió, a la vez que le decía que si se resistía le pagaría dos tiros en la nuca y la mataría allí mismo, "así como que prefería que sus hijos le llorasen a que tuviesen una madre puta", según el escrito provisional del fiscal.

Finalmente, según el fiscal, el procesado "logró penetrar a la víctima vaginalmente hasta que eyaculó y, posteriormente cogió unas monedas y las arrojó en la cama, diciéndole coge tu propina, puta". Más tarde, la llevó al salón y le vació sus dos bolsos, apoderándose de 3.000 euros, una libreta de ahorros, dos móviles y diversas facturas.

El acusado obligó a M.V. a subir al turismo utilizado por ésta para desplazarse hasta Artana. Una vez llegaron al que fue su domicilio conyugal, ubicado en la fábrica Naranjax, la mujer permaneció sentada en contra de su voluntad hasta que a las 12.00 horas del día 13 de abril le dijo que se podía marchar, momento en que, al tratar de recoger la víctima el dinero y los móviles, la tiró al suelo y la agredió.

Durante su declaración, el acusado negó los delitos y las faltas de los que se le acusa, señalando que el día de los hechos visitó el domicilio de M.V. para felicitarla por un examen que había realizado el día anterior y para saber el contenido de una conversación que esa misma tarde ella le dijo que había mantenido con Carlos Fabra.

Según dijo, su ex mujer, a la que acusó de drogarse y ser un mentirosa compulsiva, mantenía relaciones sentimentales con otro hombre, aunque aseguró que a él no le importaba, puesto que también tenía una relación con otra mujer.

El acusado reconoció que aquella noche mantuvo relaciones sexuales con su ex mujer, aunque indicó que fue ella la que "le llevó a la cama" y la que quiso ir hasta Artana "imagino que para comprobar ciertas cosas", dijo, y calificó de "brutal" que ella le acuse de haberle robado 3.000 euros". Una vez en Artana, Vilar indicó que estuvieron hablando hasta que ella se quedó dormida y se despertó hacia las 11.00 horas.

Así mismo, declaró que M.V. le dijo que ella y Carlos Fabra se repartirían las autorizaciones de la empresa Artemis 2000, de la que eran accionistas ella y la esposa del presidente de la Diputación y el acusado figuraba como administrador único, "lo que hizo que yo le dijera que el coche no se lo llevaría, puesto que era de Laboratorios Ibáñez, momento en que ella se puso muy histérica y nos dijimos cosas fuertes", añadió.

Por su parte, M.V. ratificó todas las acusaciones del fiscal y la acusación particular, y aseguró que el acusado le hacía sufrir mucho, "ya que me acusaba de cosas que se inventaba, me insultaba y me decía que le era infiel con personas cercanas a nuestro círculo". Además, explicó que la decisión de marcharse del domicilio conyugal la adoptó cuando su marido la acusó de tener un amante.

Tras los incidentes presuntamente ocurridos el día de los hechos, la víctima declaró que presentó una denuncia ante la Guardia Civil, la cual le tomó declaración en el domicilio de Carlos Fabra. El magistrado preguntó a M.V. si alguno de sus interlocutores había dado directrices para que las cosas se desarrollasen de esta manera, a lo que respondió que no lo sabía.

Así mismo, el magistrado preguntó a la mujer si el 13 de abril de 2003 se celebró una junta general de Artemis 2000, a lo que respondió que no recordaba la fecha de dicha reunión, mientras que manifestó que ella no ha tenido nunca intereses económicos con la familia Fabra, la cual "tan sólo me ha ayudado". El juicio continuará mañana con las declaraciones de Carlos Fabra y su esposa, entre otros testigos.

Contenido patrocinado