VALENCIA 23 May. (EUROPA PRESS) -
El ministerio fiscal pidió hoy un año y medio de prisión para una vecina del barrio valenciano de Patraix, María Angeles R., a la que acusa de agredir a dos policías nacionales durante una protesta convocada el 26 de agosto de 2005 por los residentes en la zona contra la construcción de la subestación eléctrica prevista en las calles Campos Crespo y Vicente Parra. La mujer negó los hechos, por lo que su abogado defensor reclamó para ella la libre absolución.
Durante la celebración de la vista, celebrada en la sección primera de la Audiencia de Valencia, la acusada estuvo acompañada por más de un centenar de vecinos que, al término del juicio, le aplaudieron y animaron. Asimismo, colocaron una pancarta a la entrada de la Ciudad de la Justicia con su fotografía y en la que proclamaban su inocencia. Los vecinos llevaron a cabo de nuevo una pequeña protesta contra la subestación a las puertas del edificio y pidieron 'justicia' para la acusada.
Inicialmente, en su escrito provisional de hechos, el fiscal pedía cuatro años de prisión para la acusada por un delito continuado de atentado a agentes de la autoridad realizado con instrumento peligroso aunque en su informe final, la representante del ministerio público redujo su petición al suprimir la continuidad y la referencia a la "maza de mortero" como utensilio capaz de provocar peligro.
La acusada negó haber agredido a los policías y aseguró que no opuso resistencia cuando la introdujeron en el furgón, ya detenida, para conducirla a la Jefatura Superior. "Para mí es sorprendente", dijo, y aseguró que otro agente pidió que la dejaran en paz. Durante su estancia en la Comisaría, indicó que vio a la subinspectora supuestamente agredida "hablando y riéndose normal, sin ningún tipo de herida ni lesión aparente".
Aseguró que durante esa mañana, un vecino le había indicado que oyó a los agentes decir que en esa jornada tenían que "hacer detenciones". En el turno concedido para decir la última palabra, la acusada reivindicó su inocencia y honestidad y aseguró que "jamás" en su vida había agredido a nadie. Su versión fue apoyada por cinco vecinos que bien estaban presentes o presenciaron lo sucedido desde un balcón y que negaron que la acusada agrediera a los agentes, sino que, según afirmaron, se manifestaba pacíficamente.
Según explica el fiscal en su relato de hechos, sobre las 8.05 horas del 26 de agosto de 2005, los agentes trataban de dispersar a un grupo de personas no identificadas que intentaban impedir el acceso de varios camiones a las obras de la subestación. En un momento determinado, la acusada aprovechó que la subinspectora era empujada por otra mujer no identificada para abalanzarse sobre ella y arañarla. La vecina le provocó una escoriación en el cuello, del que sólo requirió una asistencia médica.
Cuando otro agente acudió en auxilio de su compañera, la acusada trató de agredirle en la cabeza con un palo de mortero aunque sólo le alcanzó en el brazo sin provocarle lesión alguna.
"ESPECIE DE BARRICADA"
La subinspectora supuestamente lesionada aseguró que ese día fueron al solar de construcción de la subestación tras ser alertados por la sala del 091 donde un grupo de personas, cuya cifra no pudo precisar, había colocado una "especie de barricada" para impedir el acceso de los camiones. Afirmó que aunque trataron por dos veces que los vecinos depusieran su actitud, finalmente tuvieron que colocarse para poder abrir un pasillo, momento en el que "sintió un arañazo" y cogió la mano que le había agredido.
Su jefe, dijo, se tuvo que poner en medio para ayudarla. La subinspectora afirmó que todo transcurrió "muy rápido" y que había sido empujada muchas veces durante todo el día. Sin embargo, afirmó no recordar si la mujer llevaba algo en las manos; dijo no recordar si la acusada fue la agresora y no pudo precisar dónde le lesionó, aunque señaló que "cree" que fue en el cuello, aunque en el atestado en comisaría se reflejó que había sido en el pómulo. Tampoco estaba segura de si fue en el lado derecho o izquierdo ni con qué mano le agredieron. En todo caso, subrayó que en caso de no haber sido agredida, no habría denunciado.
El otro policía afirmó que vio a la acusada "muy alterada, nerviosa" y con un palo de mortero en la mano con el que le llegó a golpear en el codo cuando trataba de ayudar a su compañera que estaba "forcejeando con ella". La defensa cuestiona que el parte de lesiones obedezca al día de los hechos porque el atestado se instruyó a las 9.30 indicando que se adjuntaba este documento, en el que consta se atendió a la heirda a las 10.35 horas y además con una fecha modificada ya que bajo el día 26 se ve que está escrito un 21.