VALENCIA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, abogó por "abrir el debate" sobre la conveniencia de apostar o no por la energía nuclear una vez se agote la vida útil de las actuales centrales, al considerar que sería "ridículo" que, por no hacerlo, España acabe "comprando energía a los países que sí que se lo han planteado".
Flores, en una entrevista concedida a Europa Press, comentó que "a lo mejor hay que plantearse la revisión de la actual legislación" y buscar "algún tipo de alternativa" a los combustibles fósiles ante el encarecimiento de este tipo de recursos, al tiempo que apuntó que "es evidente que nuestros vecinos franceses e ingleses ya se lo han planteado claramente".
"Yo soy de los que abogo por abrir el debate", incidió el conseller de Infraestructuras, quien argumentó que "las centrales de cuarta generación son unas instalaciones que en muy poco espacio generan muchísima energía y que con la fusión, van a eliminar los residuos", dijo.
"Me parecería ridículo que no se abriera ese debate porque me veo comprando energía a los países que sí que se lo han planteado", resumió Flores.
En la misma línea, opinó que "habría que abrir el debate porque cualquier cosa que se llegue a través de ese debate supone un tiempo", de modo que "si se dice que se tiene que apostar otra vez por la energía nuclear, se tardaría diez años más" en poder hacerlo.
Mario Flores destacó asimismo la apuesta del Consell por las energías "alternativas, renovables y limpias", al tiempo que planteó que éstas podrán verse complementadas "en un futuro" y que incluso "se podrá prescindir en parte" de algunas de ellas "si tenemos suficiente energía y que sea segura".
Respecto al papel que juega la Central Nuclear de Cofrentes, el conseller señaló que se trata de una infraestructura "importante" para la Comunitat Valenciana, ya que "produce 1.000 megavatios --MW--, que viene a ser un 16 por ciento de toda la energía instalada en la Comunitat, además de que está funcionando día y noche".
Así, destacó que "si se cerrara, significaría dejar de contar con esos 1.000 MW, lo que supondría una pérdida importante, aunque desde luego --prosiguió-- siempre se podría recurrir a comprar de fuera la energía, que desgraciadamente también lo tenemos que hacer".
No obstante, y en alusión a los sucesos registrados en la central durante los últimos meses, Flores hizo hincapié en que se trata de "incidencias" que son "de rutina" para la central y aseveró que "no ha habido peligro para cerrar nada". "Si hubiera cualquier tipo de peligro, el Consejo de Seguridad Nuclear inmediatamente lo comunicaría para que se cerrara cautelarmente, pero no ha habido nada", concluyó.
