Garcia-Gasco anima a evitar los "contratos basura" pero tambien los "matrimonios basura"

Actualizado: jueves, 4 mayo 2006 13:58

VALENCIA, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, en su carta de esta semana, que titula "Ni contratos basura ni matrimonios basura", hace un llamamiento para evitar estas situaciones porque "existen situaciones de precariedad e inestabilidad laboral que trascienden la relación meramente laboral para generar una vida personal y familiar en la que repercute, de modo negativo, dicha inestabilidad".

Por una parte, el prelado apela "a todos los sindicalistas y empresarios católicos, así como a todas las personas de buena voluntad", a que se impliquen "personalmente" en acciones en defensa de la estabilidad familiar, "a través también de la estabilidad laboral y del acceso real a viviendas dignas y lo suficientemente espaciosas para fundar una familia".

Según expresa en su carta, "no es lo mismo un contrato basura que una plaza o un puesto laboral fijo". La estabilidad laboral "es beneficiosa para el ser humano y ayuda a planificar la propia vida hacia el futuro", subraya monseñor García-Gasco que denuncia que "el capitalismo salvaje, con la inestabilidad laboral que genera, repercute de forma negativa en la sociedad y en la familia".

De otro lado, el arzobispo de Valencia sostiene que "unas relaciones laborales injustas y precarias pueden degenerar en una sociedad que traslada esa misma precariedad a cada individuo".

Así, monseñor García-Gasco sale al paso de quienes presentan "como un signo de progresismo o como algo libremente querido y deseado" el aumento de las parejas y de las uniones familiares inestables, y se pregunta si, por el contrario, "no es posible que dicha inestabilidad o falta de compromiso en las relaciones más íntimas no sea causa de una sociedad inestable, frágil, en la que muchos jóvenes no tengan opción para realizar un planteamiento a largo plazo de sus vidas".

El arzobispo de Valencia admite que "es posible que haya personas que deseen libremente mantener unas relaciones sin compromisos y sin proyección de futuro", pero advierte que "también es una realidad que, de ese modo, no crece una sociedad fuerte, sana y con futuro". Por ello "el matrimonio estable y permanente que repercute de forma beneficiosa en los hijos y en el cuidado de los ancianos, merece un protección especial y específica sin confusiones", afirma el arzobispo de Valencia.

Según el prelado, "pueden ser muchas las causas de la inestabilidad afectiva de nuestra sociedad", pero lo que la Iglesia propone a cada ser humano es que "vale la pena apostar de forma radical y para siempre por el hombre y por la mujer que deciden entregarse de forma mutua para siempre bajo la bendición de Dios".

En su carta, el arzobispo recuerda que la Iglesia "ha criticado durante años el marxismo que con su reducción de la persona a lo puramente material atentaba contra el ser humano", pero igualmente "ha criticado los aspectos antihumanos y anticristianos del capitalismo salvaje". El hombre "es el centro y medida de la economía, y no a la inversa", explica el prelado, que insiste en que "los negocios son los negocios, pero las personas son las personas. Y las personas son antes que los negocios".

Concluye su carta el arzobispo de Valencia recordando que el V Encuentro Mundial de las Familias presidido en Valencia por Benedicto XVI "va a propiciar que miles de personas puedan aportar ideas, reflexiones y propuestas para que la política y la economía 'remen' a favor de la familia y no en su contra".

Sin embargo, "no hemos de olvidar que es la integridad de cada persona en concreto, la fidelidad de cada matrimonio, la felicidad contagiosa de cada familia, lo que va a hacer que la institución familiar, célula de la sociedad, siga ocupando el lugar que le corresponde".