El Gobierno valenciano "no contempla a corto plazo" la supresión de los conciertos con colegios que segregan

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ACER
Actualizado: viernes, 24 agosto 2012 15:59

Destinará 31 millones en ayudas a la adquisición de libros de texto


VALENCIA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Consell, José Císcar, ha afirmado este viernes que el Gobierno valenciano "no contempla, al menos en el corto plazo" la supresión de los conciertos con los colegios e institutos que segregan por sexo en la Comunitat Valenciana.

Císcar, en la rueda de prensa posterior al Pleno del Consell, ha argumentado al respecto que las sentencias del Tribunal Supremo que avalan la denegación del concierto educativo a dos centros privados de Cantabria y otro de Sevilla que escolarizan por sexos "no es de aplicación a la Comunitat valenciana".

En ese sentido, ha garantizado que "en el momento en que hubiera una sentencia que fuera de aplicación a nuestra autonomía evidentemente, y como no puede ser de otra manera, la acataríamos y la cumpliríamos". Sin embargo, ha incidido en que "lo que pudiera derivarse de este tipo de sentencia, que es la supresión de conciertos, es algo que al menos en el corto plazo no contemplamos en la Comunitat Valenciana".

Císcar ha justificado esta decisión en primer lugar "porque no hay ninguna sentencia que nos obligue" y en segundo lugar porque "lo que sí que hay son unos conciertos en vigor los cuales estamos obligados a respetar".

Por otro lado, se ha referido a la Orden que prepara la Conselleria de Educación para regular el intercambio, la cesión y el préstamo de libros de texto y que abordará también la implantación del uso del libro digital y la elaboración de material didáctico.

Císcar ha destacado que estas medidas permitirán a las familias un "importante ahorro económico, sin menoscabo del acceso a una educación de calidad, dado que se basan en la reutilización, así como en el uso de nuevos materiales con un menor coste o elaborados directamente por los propios profesores o por la Conselleria de Educación".

Para ello, se destinará 31 millones en ayudas a la adquisición de libros de texto que se concederán directamente a más de 13.000 alumnos de Centros de Acción Educativa Singular (CAES) y Centros de Educación Especial de la Comunitat Valenciana.

Del mismo modo, la Conselleria concederá directamente la ayuda a los alumnos con mejor rendimiento académico y todos aquellos que sean víctimas de violencia de género, de un acto terrorista o que estén en situación de acogida familiar.

Además, se garantiza que las ayudas llegarán a las familias con menos recursos económicos dado que por primera vez se establece el criterio de renta familiar para su concesión, y se tendrá en cuenta las situaciones sobrevenidas presentando un informe de Servicios Sociales o de la dirección del centro si es conocedora de la situación.

IMPLANTACIÓN DEL LIBRO DE TEXTO DIGITAL

Educación también impulsará la consolidación del uso del libro digital, que permitiría un ahorro para las familias de más de 100 euros por hijo en la compra de los libros de texto, dado que los libros de texto electrónicos en su totalidad para el alumnado de Secundaria alcanzan un precio que oscila entre 30 euros y 70 euros, en su versión más cara, y los libros de texto normales tienen un precio medio que oscila entre los 180 y 200 euros al año para un alumno de Secundaria.

Además, también reportaría ventajas medioambientales ya que evitaría la tala de 100.000 árboles y el consumo de agua equivalente a 160 piscinas olímpicas, así como de la emisión de 8.500 toneladas de dióxido de carbono, que se producen en el proceso de obtención de los cerca de cuatro millones de libros necesarios para todos los estudiantes de Secundaria durante toda la etapa.

BANCOS DE LIBROS

Asimismo, fomentará la creación de bancos de libros, y para ello este año ha decidido priorizar las ayudas dirigidas a las Asociaciones de Madres y Padres, sus federaciones y confederaciones, es decir 608.800 euros, especialmente a las actividades encaminadas a la reutilización de libros.

La decisión de acogerse a esta opción de reutilizar el material escolar y articular un banco de libros propio corresponderá al Consejo Escolar de cada centro, que determinará quién lidera el proyecto la propia AMPA o el delegado de la biblioteca del centro.

La única condición para obtener prestado uno o más libros de texto será que la familia se inscriba en el proyecto y aporte, al menos, un libro y si se encuentra en mal estado en el momento de su devolución, el alumno deberá reponerlo e, incluso, podrá ser excluido del proyecto.

El material existente se distribuirá entre todas las familias que formen parte del denominado banco de libros y cuando haya más demanda que oferta, corresponderá al AMPA la compra de libros mediante un presupuesto común que se sufragará entre las personas que participen en el proyecto.

Otra de las novedades será la potenciación de la implementación del modelo competencial. Se trata del uso de metodologías activas en las que el alumno es el máximo protagonista de su propio proceso de aprendizaje, y que posibilitan que los libros de texto vayan desapareciendo progresivamente y se vayan sustituyendo por materiales elaborados por los propios docentes.