VALENCIA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, afirmó hoy en su conferencia 'La sandía: instrucciones de uso', organizada por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), que "equiparar construcción y corrupción es tan injusto como hacer iguales publicidad y mentira, abogacía y engaño, medicina y codicia, política e ineptitud, arte contemporáneo y tomadura de pelo, cine y promiscuidad o sacerdocio y ambición".
González Pons comenzó su intervención en esta jornada organizada por AVE, a la que agradeció sus "muestras indudables de complicidad con nuestra sociedad y con sus principales aspiraciones e intereses colectivos", aclarando que en el título de la misma, la sandía es la "metáfora del urbanismo al que pienso que deberíamos aspirar, verde como el paisaje por fuera y rojo y carnoso como el corazón por dentro".
En este sentido, afirmó ser consciente de que este "fruto grande y calvo" contiene en su interior "multitud de pequeños granos negros y aplastados que, al comer, conviene escupir antes que de que se nos atraganten. Pero tampoco espere nadie que las pequeñas pepitas me impidan ver la magnitud redonda de la sandía", apostilló, al tiempo que incidió en que "los puntos negros, haberlos hay los, pero ni son tantos ni son del mismo calibre que la fruta que los aloja", aseveró.
Destacó que "la protección del medio ambiente, el reparto equilibrado de la riqueza y del consumo y la ordenación del urbanismo", son algunas de las cuestiones que "separarán a la nueva izquierda y a la nueva derecha en el pensamiento político del futuro inmediato".
Asimismo, afirmó que "sólo si mantenemos vivos nuestros paisajes tradicionales mantendremos viva nuestra personalidad en el universo de los clones turísticos" y al respecto, resaltó que "el mismo interés que nosotros tenemos en que no se deforeste el Amazonas puede tenerlo cualquiera en que se conserven nuestros paisajes con toda su vida a flor de piel".
"PLATAFORMAS SUCIAS"
"O en que no se realicen prospecciones petrolíferas frente a la dehesa de El Saler y La Albufera de Valencia", subrayó el titular de Territorio, quien aseguró que "no tenemos ningún interés en saber si allí hay petróleo o gas ya que, aunque lo haya, nunca vamos a consentir que se extraiga".
En esta línea, reiteró al Ministro de Industria, Joan Clos, su exigencia de que "no ponga ninguna plataforma sucia frente a Valencia que él mismo no habría admitido frente a Barcelona cuando era alcalde" y resaltó que al ser el territorio "un bien común", "aunque la propiedad sea privada", las decisiones "deben ser tomadas entre todos".
Por otro lado, defendió el "modelo de planificación urbanística de los últimos años", a su juicio, "muy eficaz y ajustado al tiempo en el que ha tenido que aplicarse" y afirmó que "hemos crecido como tocaba crecer en una coyuntura marcada por profundas transformaciones a todos los niveles".
Al respecto, apuntó que el sector de la construcción "supone, de forma directa e indirecta, casi el 20 por ciento del PIB de la Comunitat Valenciana y está detrás de la mitad del crecimiento regional reciente". "Hoy --añadió-- uno de cada cinco nuevos puestos de trabajo creados en los diez últimos años lo ha generado el sector inmobiliario".
Destacó así mismo que "si la construcción no hubiera ejercido este dinamismo en estos 10 años, el crecimiento anual de la Comunidad hubiera sido de 1,5 puntos por debajo del realmente producido, y las pérdidas de empleo hubieran podido alcanzar los 200.000 empleos netos", al tiempo que reconoció "que también hay promotores de ventaja y constructores tramposos, pero como hay malos profesionales en todas los puestos del mercado de la vida", apostilló.
En este sentido, añadió que "no podemos condenar públicamente en la picota mediática a todos los constructores inocentes por algunos malintencionados culpables y, menos aún, porque al partido del Gobierno se le estén escapando los debates públicos sobre el terrorismo o la inmigración. Es injusto, sin más", sentenció González Pons, quien en incidió en que es "inaceptable" como "la sombra de sospecha que se ha tendido sobre los alcaldes y los ayuntamientos a falta de otra serpiente periodística que haga el papel de chivo expiatorio".
El conseller afirmó que el territorio es "el recurso de todos los recursos" porque, dijo, "es el único que resulta realmente limitado", por lo que "la decisión de poner baldosas o asfalto, o de hacer un túnel o una desalinizadora, hay que meditarla mucho", aseveró. En la Comunitat Valenciana "no podemos poner cemento que no tengamos pensado poner, los ladrillos además de pegados tienen que estar pensados", insistió.
Así, instó a "los sectores de la promoción y la construcción --que, dijo-- han actuado como un verdadero propulsor de la economía valenciana y que han servido, para situarnos entre las regiones más dinámicas del continente" que a partir de ahora consideren que "los nuevos aportes demográficos que nos lleguen deberían ser encauzados en el futuro con mayor racionalidad", que "si nuestra economía sigue dependiendo tanto de la promoción y la construcción, tendremos dificultades en el medio plazo" y por último, que "no podemos consentir que se edifique sin atender a la sostenibilidad de nuestro ecosistema".
"ZONA VERDE, GOLF O VERTEDERO"
Finalmente, apostó por dirigir la política territorial "hacia una planificación regional de los usos y servicios que puede prestarnos cada porción de nuestro espacio físico. Esto significa --dijo-- optar por la ordenación supramunicipal del territorio".
En este sentido, matizó que lo anterior significa "abrir el zoom de la imagen aérea de nuestra comunidad y decidir a qué partes de nuestro territorio les corresponde prestar qué servicios y ubicar, así, cada uso urbanístico donde más nos interese a todos. Habrá unas zonas en las que la edificación sea la única posibilidad y otras que deberán prestar sus metros cuadrados para zona verde, golf o vertedero", explicó.
Añadió que habrá que buscar también "modos de compensar a los términos municipales que sacrifiquen sus opciones para beneficio general" para "garantizar un desarrollo regional coherente con las necesidades y expectativas del territorio considerado como unidad" y así, "seguir creciendo pero con armonía y sin hipertrofias".