Un hombre cumplirá 29 años de cárcel por matar a su esposa de 17 puñaladas con su hijo en brazos en Gandia

Actualizado: jueves, 25 marzo 2010 15:23

VALENCIA, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un hombre a cumplir una pena de 29 años y tres meses de cárcel por matar a su esposa, contra la que tenía orden de alejamiento, de 17 puñaladas cuando tenía a su hijo de dos años en brazos en un local del municipio valenciano de Gandia. También intentó matar a un chico con el que convivía temporalmente, a quien asestó 13 puñaladas.

El hombre, de 26 años, tenía una orden de alejamiento contra su esposa y se le determinó un régimen de visitas para el hijo que tenían en común, quien presenció los primeros malos tratos cuando le agredió en julio de 2007 porque un chico le había mirado mientras paseaban. El intercambio del menor lo realizaba una tercera persona en la puerta de una discoteca de Gandia.

Transcurrido un mes, la mujer se fue a vivir a casa de unos amigos, que le acogieron. Cuando el hombre se enteró, se presentó en su domicilio y les amenazó con matarles si no la tiraban de casa. Así, el 19 de agosto de 2007, sobre las 19.50 horas, se presentó armado con un puñal en un local que solía frecuentar su esposa, puesto que allí trabajaba la pareja y el hijo de ésta, con quienes residía.

El hombre se acercó a ambos por la espalda y comenzó a apuñalar a su mujer y al hijo del matrimonio, de forma que el chico, al notar los golpes, salió corriendo, al igual que la mujer, que trató de huir con su hijo en brazos, pero no pudo porque la alcanzó su pareja, quien continuó apuñalándole. En total, como consecuencia, su mujer recibió 17 puñaladas, mientras que el joven otras 13 en la cabeza y en el tórax.

Finalmente, el hombre cogió al niño y se lo entregó a una mujer que estaba próxima para perseguir, puñal en mano, al joven, al que no logró alcanzar. El hombre fue perseguido entonces por dos testigos hast que se detuvo ante la presencia de agentes de la Policía Local, ante quienes tiró el puñal al suelo y se entregó.

El tribunal le condena puesto que considera probado que fue el autor de los apuñalamientos, tal y como él reconoció en el juicio, con la agravante específica de la alevosía, puesto que les increpó por la espalda y sin posibilidad de defenderse.

El ministerio fiscal pedía para el hombre una pena de 33 años y medio de prisión por un delito de asesinato consumado; otro de asesinato intentado; un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar; otro de amenazas; uno de tenencia de arma prohibida y dos de maltrato. No obstante, el tribunal le ha condenado a 29 años y tres meses al suprimir los delitos de maltrato, puesto que no se leyó en el juicio la declaración de la víctima cuando denunció malos tratos.

El tribunal no le aplica ningún eximente puesto que, por lo que respecta a la salud mental, los informes médicos forenses reiteraron que el hombre no padecía patología mental alguna, y que presentaba una capacidad cognoscitiva y volitiva dentro de los parámetros de normalidad.