VALENCIA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El servicio de Oftalmología y Otorrinolaringología del Hospital de Ontinyent (Valencia) lleva a cabo una nueva intervención quirúrgica de ojos llamada 'Dacriocistorinostomia endoscópica y endocanalicular con láser', indicada en todos aquellos casos en los que el paciente sufre una obstrucción en la bolsa lacrimal y como consecuencia presenta un lagrimeo constante, según informaron fuentes de la Generalitat.
Esta nueva intervención quirúrgica modifica la técnica utilizada con anterioridad y establece bases de cirugía mínimamente invasiva para el sistema lacrimal. El doctor Luis Olcina, responsable del servicio de oftalmología del Hospital General de Ontinyent, explicó que con este nuevo sistema "se consigue no lesionar el tendón cantal mediano ni los vasos angulares, no hay fractura ósea y por tanto se consigue la ausencia de cicatriz en la piel y el sangrado interno".
Según explicaron las mismas fuentes, se trata de una técnica "muy sencilla" que reduce "notablemente" el dolor postoperatorio. La intervención quirúrgica no dura más de 20 minutos y se trata de una intervención ambulatoria con anestesia local, aplicada por un oftalmólogo, un otorrino y un anestesiólogo, lo que permite la rápida incorporación a la actividad habitual del paciente.
Desde la implantación de esta nueva técnica en el Hospital de Ontinyent, un total de 20 pacientes ya han sido intervenidos con "buenos resultados", según explicaron. Actualmente, sólo los Hospitales de la Malvarrosa, Orihuela y Ontinyent, todos ellos pertenecientes a la red pública de la conselleria de Sanidad, aplican esta técnica en la Comunitat. No obstante, este último centro ha sido el pionero en instaurarla y llevarla a cabo.
La cirugía se realiza mediante un monitor de vídeo que focaliza la zona directa a operar. A través del lacrimal se introduce una fibra de láser hasta topar la zona de la obstrucción. Una vez se ha focalizado esta zona, se quema y perfora el área del hueso afectada. Mediante este pequeño agujero se introducen unos tubos de dimensiones minúsculas para que la perforación no se cierre con la cicatrización.
Una vez finaliza la intervención quirúrgica, el paciente descansa alrededor de una hora en la sala de observación postquirúrgica. En sólo 24 horas las personas sometidas a este tipo de intervención pueden volver a su actividad habitual. Durante tres meses los pacientes operados con esta técnica mantienen estos pequeños tubos en la nariz para que no se cierre con la cicatrización. Una vez cumplido el plazo, se eliminan sin necesidad de intervención quirúrgica.