Infraestructuras presenta alegaciones al anteproyecto técnico del cambio de trazado del Júcar-Vinalopó

VALENCIA 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

La conselleria de Infraestructuras y Transporte ha presentado las alegaciones al anteproyecto técnico y estudio de impacto ambiental de la nueva conexión del trasvase Júcar-Vinalopó --con la nueva toma en Azud de la Marquesa (Cullera) en lugar de en Cortes de Pallás--, expuesta a información pública por parte de la Confederación Hidrógráfica del Júcar (CHJ), según informaron fuentes de la Generalitat.

Con estas alegaciones, la Conselleria exige la retirada del nuevo anteproyecto, la "inmediata" continuación de las obras de acuerdo con el proyecto "legalmente aprobado" en su día y la "urgente" elaboración de una regla de explotación del trasvase conforme a lo previsto en el Plan Hidrológico del Júcar que, apuntaron, "permita optimizar el funcionamiento del trasvase en el marco de la gestión integrada de los recursos de la cuenca".

Así, desde el punto de vista hídrico, la conselleria de Infraestructuras considera que "según los documentos expuestos no se ha acreditado que la toma en Cortes de Pallás no pueda garantizar una disponibilidad de caudales trasvasables equiparable o incluso superior a la toma en el Azud de la Marquesa".

Además, fuentes de la Conselleria indicaron que "se ha rechazado la toma en consideración de las medidas propuestas por la Generalitat Valenciana para optimizar la gestión integrada y eficiente de los recursos de la cuenca".

En este sentido, explicaron que la alternativa "es inconcreta en muchos aspectos importantes y ni siquiera se han estudiado cuestiones decisivas, de las que depende la propia validez de todo el planteamiento, como la cuestión del posible aprovechamiento de los caudales de las golas del Mareny de Barraquetes y del Mareny de Sant Llorenç".

Desde el punto de vista de la viabilidad económica del nuevo trazado, criticaron que "el nuevo proyecto conlleva un incremento muy elevado de los gastos de inversión, que será muy superior al estrictamente planteado como presupuesto del nuevo tramo y, por tanto, esto supone una gestión ineficiente de los recursos públicos".

Además, aseguraron que el nuevo proyecto "excluye a los usuarios del abastecimiento y no hay ninguna previsión de financiación que haga posible repercutir los costes sobre los usuarios en una proporción mínimamente equiparable a la del proyecto anterior, por lo que la viabilidad financiera se confía a la eventual aportación ilimitada de fondos estatales, incumpliendo así las exigencias de la Directiva Marco del Agua".

Por último, las mismas fuentes consideraron que "por sus afecciones ambientales y territoriales, el nuevo proyecto no ofrece ninguna ventaja respecto al trazado del proyecto anterior, que había sido totalmente consensuado con el Consell de la Generalitat".