La instalación de la lona del cielo inicia los trabajos para la celebración del Misteri d'Elx

Un instante de la representación del Misteri
AYTO ALGEMESÍ
Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 19 julio 2016 12:00

ALICANTE, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Misteri d'Elx ha comenzado su andadura este lunes con la instalación de la lona que representa el cielo. Con alrededor de 1.000 kilogramos de peso y unos 14 metros de diámetro, la lona luce desde primera hora de la tarde en lo alto de la cúpula de la basílica de Santa Maria de Elche (Alicante).

Es el primero de los elementos de la parte aérea de las representaciones del drama asuncionista que se ha colocado. De su tarea se ha encargado un equipo de catorce personas que, de forma totalmente manual, han descolgado en primer lugar el gigantesco lienzo desde una de los ventanales superiores de la basílica, quedando extendida en la parte central del pasillo principal de la misma, desde donde ha sido elevada tirando, también manualmente, de las maromas (gruesas cuerdas) instaladas en la terraza del templo santo.

Por encima de esa lona, que está decorada con nubes y ángeles, se instalará en los próximos días todos los elementos que se usarán en agosto en las representaciones del Misteri d'Elx para hacer descender desde ese cielo, también ascender, los aparatos aéreos de las representaciones del drama asuncionista (l'Aracel·li, La Magrana y La Coronació).

La instalación del cielo del Misteri d'Elx representa todos los años el pistoletazo de salida a los preparativos de las representaciones del drama asuncionista.

La próxima semana se iniciarán probablemente la instalación de la conocida como Tramoya Baja, que está integrada por el Andador y El Cadafal, al tiempo que en esos días comenzarán igualmente los ensayos de las representaciones en el interior de la basílica de Santa Maria.

El Misteri d'Elx o La Festa es un drama sacro-lírico cantado de origen medieval, que recrea la muerte, asunción y coronación de la Virgen María. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001, se trata de un evento único de su género que ha sido representado sin interrupción hasta la actualidad, llegando incluso a superar el impedimento la prohibición dictada por el Concilio de Trento de representar obras teatrales en el interior de las iglesias.

Este privilegio fue posible gracias a una bula del Papa Urbano VIII, que en 1632 concedió permiso al pueblo de Elche para continuar con la tradición representada en el interior de la Basílica de Santa Maria.

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