IU pide en el Congreso paralizar la subestación de Patraix por "la inexistencia de licencia y la alarma social generada"

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 15:05

VALENCIA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

El grupo parlamentario de IU pide en el Congreso de los Diputados paralizar las obras de instalación de una subestación transformadora en el barrio valenciano de Patraix por "la inexistencia de licencia para la totalidad del trazado, el criterio de precaución y la alarma social generada", según informaron fuentes de este partido.

Asimismo, este Grupo insta al Gobierno central, en una proposición no de ley, a adoptar las medidas "necesarias" para evitar que los cables de media tensión que se incendiaron en el puente del bulevar sur de Valencia y que deben abastecer la subestación de Patraix se instalen de nuevo de forma aérea, "al carecer de la preceptiva licencia del Ministerio de Industria para dicho tramo", puntualizaron.

Según la iniciativa presentada por IU, en verano del año 2004, la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, dio vía libre a la empresa Iberdrola para la construcción de una subestación eléctrica en el barrio de Patraix con tres transformadores de 50 millones de wattios cada uno; dos transformadores auxiliares de 250 kilowattios (kv) cada uno; celdas de interruptores y seccionadores con aislamiento gas tipo SF0; baterías de condensadores y reactancias de puesta a tierra, dos líneas de 220.000 voltios y más de treinta de 20.000, todas subterráneas.

Además, la Dirección General de Política Energética y Minas, indicaron las citadas fuentes, emitió una Resolución fechada el pasado 20 de abril de 2005 por la que se aprobaba el proyecto de ejecución del sistema de 220 kv de la subestación, "resolución a la que presentó un recurso la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia", apostillaron.

Ante esta situación, las mismas fuentes subrayaron que los vecinos de los barrios afectados por el cable de alta tensión que suministrará energía a la subestación "temían las consecuencias que la misma pueda provocar en su salud, rechazaron su construcción cerca de sus viviendas y exigieron a las Administraciones competentes que cumplan con su responsabilidad de proteger la salud".

"No hay que olvidar, en este sentido, que la Fundación Europea de Electromagnetismo y la Organización Mundial de la Salud recomienda que no haya subestaciones eléctricas en los núcleos urbanos a no ser que se deje un metro de distancia por cada Kilovatio que procese", indicaron las citadas fuentes, por lo que añadieron que la futura instalación de Patraix "no debería tener ninguna vivienda a menos de 220 metros a la redonda".

Además, los vecinos declararon que existen numerosos colegios, institutos y guarderías dentro del perímetro donde se sentirán los efectos electromagnéticos de la subestación, y ponen como ejemplo, por su especial importancia, el Colegio Público Tomás de Villaroya, cuyas aulas de educación infantil se encuentran a cinco metros del cable de 220.000 voltios; el Colegio Oller a escasos 15 metros del cable y a 90 metros de la subestación, o un centro perteneciente al Instituto Valenciano de Audiofonología, al que acuden niños con implantes cocleares, que tienen recomendado alejarse de campos electromagnéticos.

Por otra parte, las mismas fuentes explicaron que el pasado 11 de marzo se produjo un incendio en dos cables de media tensión en el puente del bulevar sur de Valencia, provocando el desprendimiento de la línea y la posterior caída de la catenaria. En la zona del incendio, señalaron, confluyen seis vías generales que quedaron inutilizadas por la caída del tendido eléctrico, lo que imposibilitó durante toda la noche la entrada y salida de trenes a la estación de Valencia Norte.

Este suceso, destacaron fuentes de IU, "nos revela una situación de ilegalidad en la actuación de Iberdrola, porque no se entiende bien cómo es posible que esta línea tenga un trazado aéreo, cuando el Ministerio de Industria no lo ha autorizado". Asimismo, apuntaron, el accidente "pone en evidencia la precariedad y, por tanto, el peligro de las instalaciones que se están desarrollando".

Además, explicaron que la caída de los cables, teóricamente sin corriente, cortocircuitó la catenaria provocando un incendio que no tuvo mayores consecuencias porque en ese momento no circulaba ninguno de los muchos trenes que suelen hacerlo en ese trayecto pero, indicaron, "cabe preguntarse qué hubiese ocurrido si la línea transportase corriente, si el accidente hubiese coincidido con el tránsito de trenes, o si la subestación hubiese estado en funcionamiento".