Juzgan a un hombre acusado de matar a un vecino de un disparo en la cabeza en El Palmar (Valencia)

VALENCIA 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un jurado popular ha comenzado a juzgar este lunes a un hombre, de 33 años en la actualidad, acusado de matar a un vecino suyo de un disparo en la cabeza en la zona de El Palmar (Valencia). La relación entre ambos había empezado a deteriorarse al sospechar la víctima, de 65 años, que el acusado podía ser el autor de dos robos registrados en su vivienda, y al haber difundido este rumor entre la población.

Fiscalía pide para este hombre, consumidor ocasional de cocaína --con una dependencia leve que no provoca ni alteraciones psíquicas ni un trastorno de personalidad-- una pena de 28 años de prisión por un delito de asesinato y otro delito de asesinato en grado de tentativa.

Los hechos se remontan al 28 de octubre de 2012, cuando sobre las 20.30 horas, el acusado, tras haber consumido cocaína, decidió acabar con la vida de su vecino, con quien tenía una antigua relación de amistad que se había deteriorado en los últimos meses, según recoge el ministerio público en su escrito de calificación provisional.

El acusado, armado con una escopeta, se dirigió en su barca al domicilio de la víctima, ubicado en Camino Monovar s/n, partida L'Establiment, en la finca 'Ca Noira' de El Palmar.

Se introdujo en la parcela tras retirar el candado de la puerta corredera, que guardó en uno de sus bolsillos, y tocó al timbre. Se escondió en un lado de la puerta y cuando vio salir a la víctima, le disparó a escasa distancia en la cabeza, lo que le produjo la muerte de forma instantánea.

A continuación se escucharon gritos de su pareja sentimental, de 63 años, quien se encontraba en el interior de la vivienda, sentada en un sofá, y el acusado, al percatarse de su presencia, introdujo los cañones de la escopeta a través de la cortinilla de la puerta y le disparó. El cartucho le alcanzó la cabeza y la mano derecha.

La mujer tuvo que ser hospitalizada y operada para tratarse de las heridas, de las que tardó 210 días en curar. Como consecuencia del disparo, sufrió pérdida de dos tercios del pabellón auricular derecho, pérdida de campo visual, dismorfia facial y estrés postraumático de intensidad moderada.

Tras los hechos, el acusado abandonó la vivienda en su embarcación y arrojó al canal el candado de la puerta y los cartuchos disparados y se dirigió a su domicilio, ubicado en el mismo camino y partida. Fue interceptado por una dotación de la Guardia Civil que había acudido al lugar al haber recibido aviso de los hechos.

En ese momento no se le detuvo al ignorar los agentes su participación concreta en lo sucedido. No obstante, fue invitado para que voluntariamente se personara en el cuartel de la Guardia Civil de Valencia para aclarar los hechos, y sobre las 11.30 horas del día siguiente, y en presencia de su letrado, confesó ser el autor de los disparos.