Juzgan a un preso de Picassent con esquizofrenia por matar a su compañero de celda a golpes con un televisor

Actualizado: lunes, 1 marzo 2010 15:49

El hombre, para el que el fiscal pide internamiento, dice que mató a su compañero porque pensaba que era "el demonio" y luego "un muñeco"

VALENCIA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un jurado popular juzga desde hoy a un preso de Picassent, que sufre esquizofrenia paranoide crónica, por matar en marzo de 2008 a su compañero de celda a golpes con un televisor. El acusado, para el que el ministerio fiscal pide una pena de 15 años de internamiento psiquiátrico, afirmó en su declaración que le mató porque pensaba que era "el demonio" y luego "un muñeco".

La defensa del hombre solicita una pena de internamiento de cinco años por un delito de homicidio con la eximente de anomalía psíquica, frente a los 15 del fiscal, mientras que la acusación pública pide 17 años y medio de prisión con la agravante de superioridad, ya que considera que, pese al diagnóstico de su enfermedad, hay que estudiar si en el momento de los hechos estaba sufriendo un brote.

El incidente tuvo lugar sobre las 20.00 horas del día 9 de marzo de 2008, cuando el acusado, que compartía celda con la víctima, de 77 años, en el módulo de Enfermería de la planta de Preventivos de Picassent, escuchó "voces" que le decían que su compañero era "Satanás, el demonio" y que "tenía que matarle", según dijo.

Por este motivo, el hombre, de 49 años, cogió la televisión de la celda y le golpeó con ella a la víctima --que se encontraba tumbado en la cama, con los ojos abiertos-- "dos o tres veces" en la cabeza. Pero en ese momento, explicó que su compañero "era un muñeco, y lo podré demostrar en algún momento", afirmó.

El hombre indicó que nunca tuvo intención de matar a la víctima, y que tampoco había discutido nunca con ella. De hecho, indicó que en ocasiones solía ayudarle porque estaba impedido. "No tenía nada en contra de él. Nunca nos peleamos y algunas veces nos quedábamos solos en la celda", reiteró.

Tras el incidente, el hombre explicó que le trasladaron al módulo de Aislamiento del centro penitenciario, donde también estuvo nada más ingresar en la cárcel. Luego, por su "buen comportamiento" y como "ya estaba mejor", lo trasladaron al módulo de Enfermería con la víctima y otra persona más. Señaló que veía al psiquiatra "de tanto en tanto", es decir, "una vez al mes o más", dijo.

El hombre, que en el momento de los hechos se estaba medicando por la enfermedad que padecía, explicó que lleva "escuchando voces" desde que tenía 19 años. "Se me meten en el pensamiento y me hacen dudar de las cosas. Lo hacen para que me endurezcan el carácter, porque antes era muy noble", aseveró.

El acusado cumplía prisión en Picassent por agredir con una 'katana' a un compañero suyo de un hogar social en el que vivía. Previamente, había estado ingresado en un psiquiátrico por matar a su madre, según relataron.

En el momento de los hechos, sufría de esquizofrenia paranoide crónica, trastorno psicótico que cursaba síntomas positivos de delirio y alucinaciones, pese al tratamiento antipsicótico instaurado en el centro penitenciario. Este trastorno, según el fiscal, anulaba la inteligencia y voluntad del imputado en relación a los hechos de los que se le acusa. Por este motivo, le absuelve de una pena de prisión y le pide internamiento. También solicita una indemnización de 80.000 euros para los cinco hijos de la víctima --cuatro de ellos políticos--.