VALENCIA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Lladró busca espacios para itinerar su colección pictórica mientras ejecuta las actuaciones necesarias para reformular las visitas a su museo, ubicado dentro de la Ciudad de la Porcelana, en Tavernes Blanques (Valencia), y que recibe unas 15.000 visitas anuales.
Según han indicado a Europa Press fuentes de la empresa, ha cerrado el Museo Lladró dentro del proceso de reorganización de sus instalaciones, en un contexto en el que "las ventas están muy paradas y tiene que haber un ajuste continuo entre gastos e ingresos". "La empresa tiene que seguir moviéndose, aunque de manera contenida", explican.
En la actualidad, su colección pictórica está "guardada, en condiciones óptimas", en un almacén de obras de arte en Madrid. Y de ahí iniciará un "recorrido por distintos espacios hasta que vuelva a casa".
Según las mismas fuentes, con la fábrica abierta al público se puede ver en directo cómo se hacen las figuras, además de visitar la colección pictórica y de porcelana. Ahora se trata de diseñar "un recorrido más experiencial, incluso más interactivo".
La ejecución del proyecto podría llevar "año y medio o dos años", ya que la obra se acometerá "con medida, teniendo en cuenta los costes".
Durante ese tiempo, Lladró quiere que su colección "no esté parada" y, de hecho, asegura que existe "mucha demanda" para exponer la que está considerada una de las colecciones pictóricas privadas "más importantes de España".
PIEZAS DE LOS SIGLOS XV AL XX
Las piezas del Museo Lladró recorren la historia de la pintura entre los siglos XV al XX de la mano de autores como Ribera, Ribalta, El Greco, Rubens, Juan de Juanes, Sorolla o Pinazo y se exponían junto con una colección de piezas únicas en porcelana que han marcado distintos "puntos de inflexión" en la trayectoria de la firma valenciana.
En la sección dedicada a la pintura exhibía 70 piezas de las cerca de 200 que integran la colección particular de los hermanos Lladró y proponía al espectador un itinerario histórico que parte de los retablos de tema religioso firmados por maestros como Rexach, Borbotó o Berruguete hasta llegar a algunos de los grandes nombres propios del siglo XX, en el que destacan los valencianos Joaquín Sorolla --con varias de sus escenas típicamente valencianas como 'Majo levantino', 'Huertano valenciano' o 'Patio del Cabanyal'--, Ignacio Pinazo, José Benlliure, Cecilio Pla, Mongrell y José Segrelles.
Entre ambos períodos, figuraban piezas de Vicente Macip, Juan de Juanes, El Greco, Ribalta, Ribera, Zurbarán o un 'San Matías' del taller de Rubens. Con estas obras como hilo conductor, al muestra realizaba una panorámica desde el Gótico, pasando por el Renacimiento, Barroco y el academicismo y costumbrismo del siglo XIX y la pasada centuria.
Según explicó en su día la directora del museo, la catedrática Carmen Tarín, la filosofía de la colección es "repatriar y rescatar" la obra de pintores valencianos que se encuentra en el extranjero, aunque poco a poco se han ido incorporando algunas "piezas maestras de la creación española y universal". Ahora, esas obras de arte se podrán visitar en distintos espacios hasta que puedan regresan a su ubicación original.
