VALENCIA, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los más de 1.200 niños y niñas de la Escola d'Estiu de la Universitat Politècnica de València (UPV) han mostrado este lunes su solidaridad, llenando decenas de cajas con tapones de plástico que han traído de sus casas.
Se trata de un simple gesto con el que poder ayudar a otros niños o familias que sufren enfermedades raras, y recaudar fondos destinados a financiar investigaciones y tratamientos que no costea la administración pública, según ha informado la institución académica en un comunicado.
Desde los más pequeños a los más mayores han participado en esta celebración del Día del Tapón Solidario, una iniciativa promovida desde el Vicerrectorado de Responsabilidad Social y Cooperación, junto con la Escola d'Estiu de la UPV.
"Mediante la recogida de tapones no sólo colaboran con una causa solidaria de la que se sienten partícipes sino que también es una forma de que aprendan a reciclar y a reutilizar los materiales, con todos los aspectos positivos que ello conlleva, según ha destacado el director de la Escola d'Estiu de la UPV, Miguel Jiménez.
Una acción con la que además se quiere inculcar a los más pequeños la importancia del voluntariado. De hecho, esta actividad se enmarca dentro de una campaña solidaria emprendida, desde diciembre del año pasado por la UPV, a través de un convenio de colaboración suscrito entre esta institución académica y la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder), junto con la empresa valenciana Recytrams, para la recogida y reciclaje de tapones de plástico en el campus universitario.
La UPV ha sido la primera institución académica en sumarse a esta campaña de Tapones Solidarios. El objetivo, desde Feder es hacer extensible esta iniciativa solidaria al resto de universidades de todo el territorio español.
MÁS DE 4 TONELADAS
Con los tapones que han depositado hoy los niños de la Escola d'Estiu, así como con los pequeños de la guardería infantil donde también se ha llevado a cabo esta iniciativa, se espera llenar el "enorme" contenedor, con una capacidad de unas cuatro toneladas, cedido por la empresa Recytrams y que se encuentran instalado en el propio campus, según ha señalado la vicerrectora de Responsabilidad Social y Cooperación, Rosa Puchades.
La campaña continuará a lo largo del año, de forma que tanto alumnos, profesores y personal de la comunidad universitaria pueden colaborar en esta causa solidaria, y al mismo tiempo contribuir a una mayor concienciación de la población valenciana con las enfermedades raras. Para ello, hay instalados por todo el campus universitario más 200 puntos para la recogida de tapones de plástico.
Voluntarios de la UPV se encargan del vaciado de los recipientes --cajas con distintivo naranja o amarillo--, así como de preseleccionar los productos que pueden ser depositados en los mismos para posteriormente trasladarlos al contenedor.
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Además de su componente solidario, esta campaña tiene una doble vertiente, en esta caso, ecológica y de protección del medio ambiente, ya que el reciclaje de estos tapones evita la emisión de kilos de CO2, el principal gas causante del cambio climático.
La empresa valenciana que colabora en este proyecto solidario se encarga de realizar las recogidas periódicas de los tapones y a cambio cederá los ingresos que se obtienen por la recuperación de estos materiales plásticos, que irán destinados a FEDER para apoyar el desarrollo de proyectos de investigación que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades raras.
En la actualidad, unos tres millones de personas en España padecen alguna de estas patologías que afectan a menos de cinco personas por cada 10.000 habitantes. En la ComuniTAT Valenciana se estima que hay unas 360.000 personas afectadas por enfermedades raras, repartidas en todo el territorio autonómico.
Los especialistas han señalado que el campo de las enfermedades raras es especialmente relevante, porque se han diagnosticado alrededor de 7.000 dolencias que afectan al 7 por ciento de la población mundial.
