ALICANTE 1 May. (EUROPA PRESS) -
Unas 8.000 personas, según la organización, y entre 3.000 y 4.000, según fuentes policiales, se manifestaron hoy en Alicante bajo el lema 'Por la paz. Empleo estable en igualdad. No a la siniestralidad', en una jornada del Primero de Mayo en la que los responsables de CCOO-PV y UGT-PV en Alicante, José de La Casa y Oscar Llopis, hicieron una especial mención a la siniestralidad laboral, a la igualdad entre hombres y mujeres y entre los países del mundo.
La marcha partió sobre las 11.30 horas de las escalinatas del Instituto Jorge Juan y discurrió sin incidentes por la avenida General Marvá, plaza de Los Luceros, Alfonso El Sabio y Rambla, hasta llegar a la Explanada de España. En la cabecera de la manifestación los responsables de CCOO-PV y UGT-PV portaban una pancarta con el lema 'Por la paz. Empleo estable en igualdad. No a la siniestralidad'.
Al acto acudieron representantes de diversos colectivos sociales y formaciones políticas de izquierdas de la ciudad de Alicante, como el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Manuel de Barros, y otros ediles del PSPV, así como de EU, que realizaron el recorrido acompañados de música de 'dolçaines' y 'tabalets'. Tras el acto reivindicativo, UGT-PV realizó su tradicional fiesta en el parque Lo Morant y CCOO-PV celebró la comida popular en los Jardines Abril de Sant Joan d'Alacant.
En su intervención, el secretario general de UGT-PV en Alicante, Oscar Llopis, comenzó su discurso aludiendo a "un Primero de Mayo que se celebra con un nuevo esperanza para todos los que aspiramos a vivir en paz sin la lacra del terrorismo". A su juicio, "hay que poner fin a muchos años de violencia y de sufrimientos", por lo que "los agoreros tienen que callar y tienen que dejar de poner piedras en el camino. La paz es lo más importante".
Del mismo modo, Llopis hizo extensivo este "deseo de paz" a Irak y a Palestina, para la que exigió "una solución justa y definitiva" y también quiso "recordar a los sindicalistas y periodistas asesinados en todo el mundo por defender a la clase trabajadora y la libertad de expresión".
Asimismo, denunció "los índices de pobreza de muchos países, sin olvidar que la pobreza se puede encontrar a la vuelta de la esquina, en muchas de nuestras ciudades, junto a signos de opulencia y despilfarro". Llopis se refirió además a las víctimas de los malos tratos y de la violencia de género.
Además, en este Primero de Mayo exigió al Gobierno central que en RTVE "no deben ponerse los bueyes delante del carro, que lo primero es definir y acordar su futuro, su estructura y su papel entre los medios de comunicación y no presentar planes de saneamiento sin argumentos".
El responsable de UG-PV recordó también al Ejecutivo central que debe "tomar un papel más activo en el conflicto del Sahara Occidental", en el que "no puede ser un mero espectador", sino "liderar el proceso de paz para que el Pueblo Saharaui pueda decidir libremente su destino en el referéndum de autodeterminación".
"CRISIS INDUSTRIAL"
Llopis, quien aludió también a los trabajadores de la Guardia Civil, la ley de Dependencia y a una mejora de la ley de Igualdad, criticó al Gobierno valenciano, al que acusó de tener una "falta de política industrial, que está levando al paro a cientos de trabajadores".
De la misma forma, pidió al Consell que escuche el clamor de las movilizaciones" para mejorar la situación de la industria. A este respecto, pidió que la cementera de San Vicente del Raspeig (Alicante) "no sea moneda de cambio ni de especulación".
Desde su punto de vista, el panorama laboral desprende un "balance nefasto", ya que el paro "sigue creciendo, la precariedad laboral está en alza y la siniestralidad sigue siendo una lacra social a la que no se pone remedio". "Los trabajadores no pueden pagar un impuesto de sangre por ir a trabajar, eso no es posible", según indicó.
Asimismo, el sindicalista acusó a la patronal de haberse "convertido en los voceros del PP" y les recordó que "más allá del AVE y del agua hay vida, una vida que habla de la destrucción del empleo y de precariedad laboral, de explotación de jóvenes y mujeres, de desmantelamiento de nuestros sectores industriales y de siniestralidad laboral, mientras ellos miran al otro lado".
"SANTA ALIANZA"
En este mismo sentido, el secretario de CCOO-PV en L'Alacantí-Les Marines, José de La Casa, calificó a la patronal, al Gobierno valenciano y a la Cámara de Comercio de "Santa Alianza que dice que todo va bien y culpa al Gobierno central", al tiempo que preguntó "cómo se explica esta Santa Alianza que en la Comunitat Valenciana haya la tasa de paro más alta de España", además del "desastre ruinoso de Terra Mítica",la "crisis alarmante del sector del Vinalopó por el hundimiento de la industria".
En esta línea, el responsable de CCOO-PV tildó la situación del modelo turístico de "situación alarmante" por la "baja calidad" del servicio y de los empleos. Así, advirtió de que "otros países mediterráneos están en condiciones de competir" y que "para paliar estos efectos hay que complementar la oferta con turismo de interior y alternativas culturales".
Respecto a la estabilidad, De La Casa opinó que los empresarios de la provincia "siguen haciendo uso y abuso del trabajo temporal, manteniendo a miles de trabajadores y trabajadoras en situación de precariedad". Ante esta situación, "CCOO-PV exige poner freno a las practicas fraudulentas que en materia de contratación está ensañándose con mujeres, jóvenes, y trabajadores y trabajadoras inmigrantes".
Reivindicó "un modelo diferente para la Comunitat Valenciana porque el desempleo crece día a día y mes a mes", por lo que opinó que es "de urgente necesidad que se contemple esta provincia desde el Gobierno valenciano y desde el Gobierno central una intervención para recuperar lo que sea recuperable y buscar otro tipo de industrias que creen un tejido necesario para que la provincia no se convierta en un monocultivo de servicios y construcción".
Además, pidió al Gobierno central que en política exterior se guíe por "los derechos de los pueblos y no por los intereses económicos", en referencia al Pueblo Saharaui, y que proporcione agua de "donde libremente decida", pero que no implique "depender de ningún otra cuenca".