Monseñor Osoro afirma que San Vicente Mártir "no está pasado de moda" y elogia la "vocación martirial" de Valencia

Actualizado: jueves, 21 enero 2010 14:26

VALENCIA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, dedica su carta de esta semana a San Vicente mártir, patrón de la diócesis de Valencia, cuya festividad litúrgica se conmemora mañana, 22 de enero, y asegura que "es un mártir para nuestro tiempo, no está pasado de moda, entre otras cosas porque ningún santo pasa de moda, pues su comunión de vida con el Eterno le hace siempre actual".

En su carta, el prelado elogia como "desde la Valencia del siglo III no ha cesado la devoción a San Vicente Mártir, cuyo testimonio ha trascendido los países, los continentes y los siglos" y precisa que "cada época es una oportunidad para ofrecer nuestro testimonio".

Ahora, igualmente, San Vicente mártir "se convierte en un santo con una actualidad especial para nuestros días", añade el arzobispo, quien destaca que "también nosotros tenemos que dar testimonio de Jesucristo, si llega el caso hasta dar la vida".

Además, en la misiva, monseñor Carlos Osoro explica como "el martirio y la vocación martirial no son el fruto de un esfuerzo o de una deliberación humana, sino la respuesta a una iniciativa de Dios", y propone acercarse a la figura de San Vicente Mártir como "alguien a imitar también en nuestro tiempo".

Según el el titular de la archidiócesis, Valencia "es una tierra que tiene vocación martirial y, por tanto, con capacidad para hacer grandes giros en la historia, pues estos si son verdaderos se hacen con el Amor de Dios".

Además, señala que el mártir San Vicente fue "un hombre que tuvo una oportunidad privilegiada de atestiguar su fe y que aprovechó aquella oportunidad". En el cuerpo del santo martirizado "descubrimos la misma experiencia que la de Jesucristo" y su testimonio "no es sólo una manifestación humana, sino el testimonio del mismo Espíritu Santo y, por ello, sumamente precioso" .

Igualmente, según monseñor Osoro, fue un "hombre del que su testimonio del martirio adquiere, en términos psicológicos, una eficacia muy particular, puesto que la profesión oral que ofrece resulta confirmada con la vida y muy especialmente con su muerte" , una muerte que le llega "perdonando a todos, devolviendo el mismo amor de Dios a todos los hombres que le arrebatan la vida corporal".