La mortalidad del cáncer de mama desciende un 14 por ciento en la Comunitat debido a la detección precoz

Actualizado: jueves, 8 junio 2006 17:37

VALENCIA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

La jefa de servicio del departamento de oncología médica del Hospital Clínico de Valencia, Ana Lluch, señaló hoy que la mortalidad del cáncer de mama descendió un 14 por ciento "por primera vez en los diez últimos años", debido "fundamentalmente" a la detección precoz, ya que "no se puede prevenir porque no hay una causa exacta". Sin embargo, apuntó que en la Comunitat "hay alrededor de unos 1.600 cánceres de mama cada año" debido "posiblemente, a los cambios en la alimentación y los hábitos de vida de las mujeres, como los embarazos tardíos".

Lluch realizó estas declaraciones durante la rueda de prensa convocada para presentar el décimo sexto informe del Consejo Asesor Científico del Colegio de Médicos de Valencia 'Cáncer de mama: Avances en el diagnóstico y tratamiento', a la que también asistió el presidente del Consejo Asesor Científico del Colegio, Carlos Paredes.

En este sentido, Ana Lluch destacó que "lo más importante" para el descenso de mortalidad fue el Programa de diagnóstico precoz de la Comunitat Valenciana --dirigido a mujeres de entre 45 y 70 años--, que funciona desde hace 15 años. En este punto, indicó que el valenciano es "el mejor programa de diagnóstico precoz de toda España" y que "la aceptación del programa es de un 70 por ciento".

Al respecto, señaló que mientras que en las mujeres que acudían al médico al notarse una anomalía "había cánceres que, aunque eran precoces, tenían ya afectación axilar en un 40 o 50 por ciento de los casos", en las mujeres procedentes del programa de detección precoz, "ese porcentaje se ha reducido a menos de un 20 por ciento". Así, concluyó que "el 70 por ciento de las mujeres de la Comunitat se diagnostican en fases iniciales que están localizadas en la mama y que todavía no se han extendido a los ganglios de la axila".

Además, apuntó que este diagnóstico precoz es posible ya que hay "métodos para poder diagnosticar una enfermedad en una fase muy inicial", como son la mamografía o la resonancia magnética --incorporada como técnica de detección para los cánceres hereditarios donde la mamografía, en las mujeres jóvenes, no es tan eficaz--. En este sentido, señaló que "en más de un 60 por ciento de las mujeres diagnosticadas en fases iniciales se puede conservar la mama", sin necesidad de recurrir a una mastectomía.

Asimismo, Lluch destacó el trabajo en "tratamientos individualizados", ya que "gracias a la biología molecular se puede dar un tratamiento a la carta, específico e individualizado para cada mujer". Así, señaló que "se estudia cada mujer y su perfil genómico", lo que permite saber "cuáles son las alteraciones de los genes que han constituido la enfermedad y tratarla de acuerdo a esa alteración genómica". Por el contrario, recordó que "hace 10 años, los tratamientos eran para todos similares, porque sólo se conocía el tamaño o la extensión del tumor y no la individualidad biológica".

También, explicó que "existen distintas posibilidades para prevenir el cáncer de mama en mujeres con riesgo por tener unas características determinadas, genéticas o familiares"; por un lado, "la quimio-prevención consistente en un tratamiento hormonal durante un tiempo determinado, que evita que aparezca el cáncer de mama en una población de riesgo en un 50 por ciento de los casos"; por otro, "un control estricto no sólo con mamografía sino con resonancia magnética anual en mujeres jóvenes"; y por último, una mastectomía profiláctica --consistente en vaciar la glándula mamaria-- que ha de estar "muy bien hablada" y que "no es para todas las mujeres".

En este sentido, preguntada sobre los efectos secundarios de la quimio-prevención, Lluch afirmó que estos tratamientos hormonales "tienen efectos secundarios", y que por esto "en cada mujer hay que valorar siempre el riesgo-beneficio". Además, apuntó que "se están buscando tratamientos que no tengan esos efectos" y que "ahora se ha presentado en Estados Unidos uno cuyos resultados han sido iguales, pero con menos efectos secundarios".

Además, Lluch resaltó que "la proporción de cánceres de carácter hereditario y genético no es más del 10 por ciento", mientras que el resto son "esporádicos" --sin agregación familiar, ni con una alteración genética determinada ligada a la transmisión--. También, apuntó que "en los cánceres de mama, un 20 por ciento corresponden al periodo de menos de 40 años, pero eso es extraordinario, porque el pico de incidencia es a partir de los 45".

Asimismo, Lluch resaltó que "es importante deslindar que cáncer no es igual a muerte, y menos cáncer de mama y sobre todo diagnosticado precozmente", ya que "el cáncer puede ser una enfermedad crónica y una mujer puede vivir toda su vida con su cáncer de mama y no morirse por esa causa", aseveró. Al respecto, matizó que la tasa española de mortalidad en pacientes con cáncer de mama está entre un 20 y un 30 por ciento.

TRATAMIENTOS FUERA DE ESPAÑA

Consultada sobre los tratamientos fuera de España, Ana Lluch sostuvo que "las mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama para nada precisan irse de la Comunitat, porque en los hospitales valencianos están los medios y los últimos tratamientos". Así, apuntó que "es absurdo pensar que uno va a ser mejor tratado fuera de España o fuera de Valencia que en Valencia mismo", y destacó que la Comunitat Valenciana es "receptora de pacientes de otras autonomías".

Por otra parte, preguntada sobre la no aplicación de quimioterapia en algunos casos, Lluch explicó que hay un 60 por ciento de los cánceres de mama que dependen de las hormonas estrogénicas, y de ellos, "un subgrupo muy pequeño --menor de un 15 por ciento--, localizados, sin afectación axilar y menores de un centímetro, posiblemente podrían tratarse sólo con tratamientos hormonales, sin los efectos secundarios de la quimioterapia".

También, consultada sobre la posibilidad de hacer la reconstrucción mamaria inmediata tras la mastectomía, resaltó que "a nivel técnico es posible", pero que está "muy discutido a nivel oncológico", porque "en el momento de la cirugía no se cuenta con el informe anatomopatológico, y si una mujer después de quitarle el tumor y la mama y hacer la reconstrucción precisara de una radioterapia, una reconstrucción inmediata lo dificulta, aunque no lo imposibilita". Por ello, apuntó que su recomendación es "no la reconstrucción inmediata sino diferida".