Ordenan alejamiento a un policía de Sueca detenido por amenazas a un médico

Actualizado: miércoles, 3 junio 2015 13:02

VALENCIA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

La juez del juzgado de Instrucción número 1 de Sueca (Valencia) ha dejado en libertad con obligación de comparecencia al agente de la Policía Local detenido por amenazas a un médico del centro de salud de la localidad, al que el municipal no podrá acercarse.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en un comunicado, la juez ha tomado este miércoles declaración como detenido al agente en relación con unas amenazas a un médico de la Seguridad Social.

La juez ha acordado la libertad provisional del agente, con obligación de comparecencia, alejamiento del centro de salud en el que trabaja el médico y entrega de todas las armas --un extremo que ya se ha materializado-- así como entrega de la licencia de armas.

Desde el departamento de Salud de La Ribera han explicado a Europa Press que, de acuerdo con la versión del facultativo, el agente entró este martes "muy nervioso" al centro de salud, por lo que le pasó a consulta donde mostró una actitud "extraña" y, en un momento determinado, sacó el arma reglamentaria y le encañonó.

El médico, que huyó, interpuso denuncia por amenazas con arma. Según estas fuentes, al facultativo no le dio tiempo a accionar el denominado 'código alerta' para avisar del peligro, una plataforma dispuesta en todos los ordenadores de los centros, y fueron sus propios compañeros quienes lo activaron al comprobar lo que estaba sucediendo.

PROTOCOLO DE AMPARO ANTE AGRESIONES

Asimismo, desde el departamento de salud han calificado lo sucedido como un "hecho aislado" en diez años, ya que es la primera vez en la que se registra una amenaza con arma a un sanitario. En este caso, el área de salud ha seguido las indicaciones establecidas tanto por la Conselleria como por el Ministerio de Sanidad y el propio departamento tiene un protocolo de actuación "único" de amparo a los profesionales frente a agresiones.

Este protocolo contempla la prestación de apoyo psicológico, asistencia jurídica y ayuda ante posibles denuncias contra el agresor, que se recogen en una guía facilitada a los profesionales junto con formación.

Sin embargo, según informaciones publicadas, el agente, que entró uniformado, reconoce haber amenazado de palabra al facultativo pero niega haber desenfundado su arma reglamentaria, que entregó a sus compañeros al igual que otras que tenía en la vivienda.

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