VALENCIA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía solicita internamiento psiquiátrico para la mujer de nacionalidad china acusada de matar a cuchilladas a su madre y a su sobrina de 10 años a finales de agosto de 2015 en el domicilio familiar situado en la calle Tomás de Villarroya de Valencia. En total les asestó hasta 48 puñaladas.
La acusada se ha sentado este martes en el banquillo para ser juzgada por un jurado popular acusada de un delito de asesinato contra víctima menor de 16 años y otro de homicidio, con los agravantes de abuso de superioridad y parentesco. Por estos delitos el ministerio público reclama el internamiento permanente revisable en un centro psiquiátrico durante un máximo de 25 años. Aprecia la eximente completa por alteración psíquica.
Antes de arrancar la vista, Fiscalía ha solicitado que los forenses examinaran a la acusada, quien está diagnosticada de esquizofrenia, para determinar si estaba en condiciones de declarar y de entender todo lo que iba a ocurrir.
Estos forenses han concluido que la mujer, de 33 años, se encontraba "en fase activa sintomática de la enfermedad" sin capacidad para apreciar lo que hizo ni para plantear estrategias legales de defensa. Así mismo, han determinado que la mujer no estaba preparada para apreciar los diferentes roles de los participantes en el juicio, para debatir las manifestaciones de los testigos, para ver si algo le podía favorecer o no, o para conocer las consecuencias de sus actos.
Ante este informe, tanto el ministerio público como la defensa han renunciado a que la acusada declarase en el juicio y el fiscal ha insistido ante el jurado en que la acusada es una persona "agresiva, peligrosa y homicida" pese a su enfermedad y, por tanto, debe asumir lo que hizo con el internamiento en un psiquiátrico. Ahora será el jurado el que determine si la mujer es culpable o no de los hechos, y seguidamente el tribunal impondrá la pena que estime oportuna.
Los hechos se remontan al 28 de agosto de 2015, cuando la acusada asestó un total de 28 puñaladas a su madre con un cuchillo de grandes dimensiones y otras 20 a su sobrina de 10 años "de forma absurda, sin sentido", ha recordado el fiscal durante la vista, para agregar que la joven no se había tomado la medicación la noche anterior de los asesinatos.
La madre se resistió a la agresión "pero no le sirvió de nada". Y tampoco a la niña, ha explicado el ministerio público. El mismo día del suceso se pudo detener a la agresora en Castellón "sin duda alguna de que era la autora de los hechos", ha indicado. Previamente se lavó y cambió de ropa y se deshizo de las prendas manchadas de sangre en un contenedor próximo al domicilio.
A la joven se le diagnosticó la esquizofrenia en el año 2005, ha estado ingresada en diferentes ocasiones y llevaba prescrita una medicación diaria. Sin embargo, la noche antes de la agresión no se la tomó y "tuvo una reacción descontrolada, descompensada y cometió los hechos sin saber lo que hacía", ha insistido el fiscal.
La defensa de la joven ha coincidido con estos argumentos y ha subrayado que su representada no fue consciente de lo que hacía "en ningún momento", puesto que no tiene "capacidad para entenderlo".
