VALENCIA, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los motivos más comúnmente alegados por los pacientes de las Unidades de Conductas Adictivas (UCA) de la Comunitat Valenciana para retrasar su tratamiento son pensar que el problema puede superarse con los propios medios del enfermo, en el 56,7 por ciento de los casos y, en el resto, creer que estos tratamientos son para personas que están en peor estado, según informaron fuentes de la Generalitat.
Estos son algunos de los resultados de un estudio presentado recientemente en el Foro Internacional del National Institute on Drog Abuse (NIDA), la institución más prestigiosa a nivel mundial en materia de drogodependencias, que ha reunido a más de 300 profesionales procedentes de 51 países, indicaron las mismas fuentes.
El objetivo principal de este estudio, realizado por Antonio Vidal, técnico de la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (Fepad), dependiente de la conselleria de Sanidad, fue analizar la influencia de determinados motivos que pudieran retrasar la solicitud de tratamiento ante recursos especializados (UCA y Unidades de Alcohología) en pacientes adictos a la heroína, cocaína, alcohol o cannabis.
La muestra final del estudio estuvo constituida por un total de 2.123 pacientes, 1.681 hombres (79,2 por ciento) y 442 mujeres (20,8 por ciento), adictos a estas sustancias y atendidos en las UCAs de la Comunitat Valenciana. La edad media de los sujetos es de 36,44 años y su tiempo en tratamiento de 9,8 meses.
Las razones por las que los hombres retrasan la solicitud de tratamiento en unidades especializadas se asocian, principalmente, con la baja conciencia de enfermedad y de la percepción de problemas generados por el consumo. En contraposición, entre las mujeres adquiere especial relevancia la estigmatización, en términos de vergüenza y de incomprensión familiar.
Por sustancias, entre los heroinómanos, la principal causa por la que no se solicita tratamiento en un plazo más breve es la preocupación por la posible aparición de un síndrome de abstinencia. Este factor influye decisivamente en las dos terceras partes de estos pacientes. Otros factores diferenciales de este grupo son creer que no sabrían vivir sin drogas y el miedo a fracasar en el tratamiento.
Los pacientes adictos a la cocaína o al alcohol presentan un perfil muy similar. En ambos casos, las razones fundamentales para no haber acudido antes al tratamiento se relacionan con una escasa conciencia de enfermedad y de la percepción de problemas asociados al consumo.
ESTIGMATIZACION
No obstante, el predominio de creer que podían superarlo solos o el sentimiento de vergüenza apuntan en la dirección de un reconocimiento real del problema y de la negación del mismo, fundamentalmente por razones de estigmatización o resistencia al cambio motivada por el esfuerzo positivo aportado por el consumo de estas sustancias.
Sólo en los adictos al cannabis se ha registrado una menor incidencia de factores de estigmatización y de falta de apoyo externo, como son la presencia de un sentimiento de vergüenza o el miedo a la incomprensión familiar.
Entre estos pacientes, vuelver a ser la escasa conciencia de enfermedad y de la existencia de problemas asociados los factores más destacados, en este caso con un relevancia exlusiva.
Respecto a las solicitudes previas de tratamiento, prácticamente la mitad de los pacientes --44,7 por ciento-- que son atendidos en las Unidades de Conductas Adictivas y de Alcohología han contactado previamente con el sistema sanitario por molestias que se realacionaban con su patología adictiva bien en equipos de atención primaria, con especialistas, en unidades de salud mental o servicios de urgencias.
Mujeres y hombres solicitan asistencia por estas dolencias en proporción similar. No obstante, se aprecian diferencias significativas en la utilización de recursos como unidades de salud mental y servicios de urgencias, más frecuentados por las mujeres. Los quipos de atención primaria son el principal recurso asistencial solicitado, independientemente del sexo y del tipo de sustancia que genera la adicción.
Alcohólicos y heroinómanos son los que acuden con mayor frecuencia a los recursos sanitarios por dolencias asociadas a su consumo de sustancias --uno de cada dos pacientes. En menor proporción lo hacen cocainómanos --uno de cada tres-- y los adictos al cannabis --uno de cada cinco.
La solicitud de tratamiento por adicción al alcohol o a la heroína suele producirse en atención primaria, mientas que cocainómanos y adictos al cannabis recurren indistintamente a equipos de atención primaria y a unidades de salud mental.
