VALENCIA 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Cullera, Joan Grau, afirmó hoy, tras la desestimación por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) del recurso de Delegación de Gobierno contra la aprobación del plan de la Bega en Cullera, que el acuerdo de la Comisión Territorial de Urbanismo "no es firme, con lo que se evidencia el estado de nervios del PP ante el aluvión de críticas recibidas al urbanismo depredador que practican en la Comunitat Valenciana, cuyas consecuencias han provocado que el PP se precipite y venda la piel del oso antes de cazarlo".
Para Grau, el auto "no justifica de ninguna manera la voracidad urbanística del PP ni presupone que el plan de la Bega esté ajustado a derecho". En este sentido, recordó en un comunicado que "el propio director general de Planificación y Ordenación Territorial, Pedro Grimalt, reconoce en un informe que consta en el expediente judicial que el plan de la Bega de Cullera aún no está aprobado definitivamente por no haberse subsanado una serie de cuestiones urbanísticas".
Asimismo, el portavoz socialista se refirió a las "calamitosas" declaraciones del gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA), José Fermín Doménech, quien ayer pidió a Delegación de Gobierno y al PSPV "el de la política de boicot permanente de todos los proyectos singulares de la Comunitat Valenciana de interés público relevante", iniciada, según dijo, por Grau, de quien pidió la dimisión, y el secretario de Vivienda y Territorio del PSPV, Eugenio Burriel, a quien le acusó de ser el "instigador" de esta situación.
Para Grau, Doménech "ha sido durante mucho tiempo secretario y asesor de promotores y constructores de la Ribera, en concreto lo fue de la Agrupación de Interés Urbanístico de la Bega, un cargo que parece a todas luces incompatible con el que ahora ocupa", por lo que "si tuviera un mínimo de decencia, se abstendría de opinar sobre la situación urbanística de Cullera", aseveró el edil socialista.
En esta línea, Grau sostuvo que "tanto los grupos de la oposición como el socio de gobierno del actual alcalde de Cullera --el BLOC--, como también los grupos ecologistas, el Colegio de Arquitectos, propietarios y vecinos, la Universitat de València y los ministerios de Medio Ambiente e Infraestructuras se han posicionado en contra de este plan urbanístico tildado de 'referente de la depredación urbanística'".
Por ello, planteó "hasta cuándo va a continuar el actual alcalde en su cruzada a favor del ladrillo y el cemento contra el medio ambiente y la sostenibilidad de nuestras costas".
Finalmente, Grau criticó que el conseller de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, "paralizó el proyecto socialista para Cullera en 2002 con la excusa de que habia que revisar el plan urbanístico, cosa que ahora no hace falta", aseveró.
En su opinión, el anterior proyecto elaborado por el PSPV "contaba de verdad con más equipamientos públicos, más zonas verdes, más VPO, más plazas de aparcamiento público, más plazas hoteleras y con las necesidades de agua sufragadas, además de ajustarse a la ley de costas, al atender siempre al respeto y cuidado del medio ambiente".