El PSPV lamenta que "la política de investigación del PP haya terminado con la expulsión definitiva" de Bernat Soria

VALENCIA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La portavoz de políticas sociosanitarias del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes Valencianas, María José Mendoza,lamentó hoy que "la política de investigación del PP haya terminado con la expulsión definitiva" del profesor valenciano Bernat Soria.

La diputada mostró hoy su satisfacción por la inauguración del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), cuya finalidad es desarrollar investigación de excelencia para combatir enfermedades como la diabetes o el cáncer, de la misma manera, según indicó, que en su día "nos alegramos de la inauguración de Centro Superior de Alta Tecnología Valenciano".

Sin embargo, la diputada socialista lamentó que la política en materia de apoyo a la investigación biomédica y de medicina regenerativa que lleva a cabo el PP "haya culminado al fin con la 'expulsión' definitiva del profesor valenciano Bernat Soria" que será el director del nuevo instituto andaluz.

En este sentido, la parlamentaria considera que "es una lástima que la Comunitat Valenciana tenga uno de los investigadores más importantes de España en esta materia y se vea obligado a emigrar a otras comunidades para desarrollar sus investigaciones cuando podría realizarlas perfectamente en la Comunitat".

Por todo ello, Mendoza entiende que este hecho "es la culminación de la nefasta política de investigación que lleva a cabo al PP y que impide la colaboración que científicos tan relevantes como Soria en los centros de investigación valencianos".

Asimismo, la responsable socialista señaló que "cuando los experimentos de Bernat Soria trascendieron en julio de 2001, el Ministerio de Sanidad abrió un expediente informativo y llamó tanto a Bernat Soria, como al rector de la Universidad Miguel Hernández y al vicerrector de investigación, precisamente de la mano de Rubén Moreno en aquel momento o número dos del Ministerio de Sanidad y actualmente director del CESAT, que llegó a afirmar que trabajar con células madre embrionarias era una infracción grave".