Del Rosal pide una reforma de la institución con mandatos más amplios y no renovables para garantizar su independencia

Actualizado: martes, 4 abril 2006 17:04

Afirma que "mal mensaje" se le está mandando al siguiente Síndic si le puede haber costado el cargo ser más crítico

VALENCIA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Síndic de Greuges, Bernardo del Rosal, abogó hoy por una reforma de la institución para garantizar la independencia de las actuaciones del alto comisionado mediante la ampliación de su actual mandato de cinco años a seis o siete años y la instauración del carácter no renovable de este cargo.

Del Rosal realizó estas declaraciones en una comparecencia ante los medios de comunicación tras hacer entrega al presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España, del informe anual de la institución correspondiente a 2005 y de un balance de la gestión realizada en sus cinco años de mandato, que expira el próximo domingo, 9 de abril.

El Síndic de Greuges explicó que, después de haber mostrado su disponibilidad a ser reelegido y de que nadie se haya puesto en contacto con él para que renueve el mandato, cesará ese día en sus funciones y volverá a su puesto en la Universidad de Alicante. Del Rosal, que indicó que pensaba que "lo normal" es que le hubieran "dicho algo", señaló que el próximo domingo abandonará la institución porque la ley que regula la institución es "inequívoca" y "no da lugar a interpretaciones".

Preguntado sobre si cree que su posible relevo en la institución estaría vinculado con el contenido de sus últimos informes, indicó que si "fuera verdad" que haber sido "crítico" le "cuesta" el cargo, "mal mensaje se le está mandando al siguiente Síndic", porque el alto comisionado "es, sobre todo, una instancia crítica". Del Rosal mostró la "convicción" de que ha hecho "lo que debía" y de que no ha actuado durante estos cinco años pensando en que le reeligieran o no, porque "no es honesto actuar así".

En este sentido, defendió que "no estaría mal plantearse un mandato más largo de seis o siete años, pero no reelegible", ya que, en su opinión, sería una "buena reforma" de la institución, porque "de esa manera, quien ostenta el cargo tiene la tranquilidad de que puede hacer lo que quiera porque no depende su futuro de él".

Del Rosal dijo no haber recibido "jamás" presiones directas o advertencias de la Administración durante su mandato y añadió que "en todo momento" ha podido hacer lo que ha pensado que debía hacer "con bastante libertad". "Si alguna vez algún alcalde o algún conseller ha hecho alguna declaración destemplada en la prensa no la he sentido como el ejercicio de una presión sobre el Síndic", indicó, para agregar que "no ha habido nunca nadie que haya intentado doblegar mi voluntad o el comportamiento de la institución o hacer que fuera por un camino u otro".

No obstante, indicó que "en algunos de los informes que han merecido las respuestas más destempladas, el nivel de aceptación por escrito semanas después era bastante alto", y expresó su convicción de que, por parte de las administraciones públicas, "se respeta mucho más al Síndic y se le toma mucho más en serio y se le contesta con más sentido y contenido" que cuando llegó a la institución.

URBANISMO

Por otro lado, el Síndic argumentó que en cuestiones polémicas como las urbanísticas se reafirma en las recomendaciones de "trasparencia" y de "exigencia" de contratación publica y de respeto a los derechos de los ciudadanos que en su momento hizo, y subrayó que "a lo mejor, si se hubieran cumplido, no estarían pasando algunas de las cosas que están pasando".

Manifestó que, sobre este ámbito, la "responsabilidad primordial" es de los municipios e indicó que "algunos" de los ayuntamientos que están "en candelero" son "precisamente son de los que menos se puede decir" que profesan respeto al Síndic. También subrayó que a la conselleria con competencias en urbanismo lo que se le ha reprochado es su "inactividad" por "no ejercitar competencias subsidiarias".

Interpelado sobre los casos de corrupción política, indicó que le desagradan "profundamente" como ciudadano y abogó por poner coto a este tipo de situaciones, que acaba "pagando" la sociedad, ya que se manifiestan en sobrecostes, deudas millonarias o agujeros financieros.

Destacó que el hecho de se difundiera la opción del actual senador del PP Miguel Barceló como posible sustituto en la institución, sólo lo sintió "como una pequeña descortesía", ya que pensó: "'déjenme que termine, antes de enterrarme'". No obstante, agregó que no le concede "la menor importancia" y aseguró que serán las Cortes las que decidan "de manera soberana" que presidirá la institución.

Sobre la evolución experimentada por sus informes, indicó que "hasta que te haces con el cargo y te sientes seguro pasa un periodo de un año o año y medio", por lo que "la firmeza en las resoluciones es normal que tarde un poco en llegar" porque "quizá al principio uno no le ha cogido todavía el punto", y apeló además a que el Síndic "trabaja con lo patológico de la Administración" y no es un simple observador de la realidad, sino el que recoge las quejas por mal funcionamiento de las instituciones públicas.

Del Rosal aseveró que los informes que "más impacto personal" le causaron fueron los referidos a la situación de los enfermos mentales y a la respuesta institucional a las víctimas de violencia doméstica, y agregó que el que resultó "más complejo" fue el relacionado con la actividad urbanística y los que más le hubiera gustado acabar son los referidos a la violencia entre iguales en el ámbito escolar, que prevé que pueda terminarse a finales de año, y a la escolarización de estudiantes extranjeros en centros públicos y privados concertados, que podría estar terminado antes de verano.

El Síndic señaló que en estos cinco años la institución ha experimentado un "avance muy importante" y ha alcanzado una "velocidad de crucero" con niveles en la tramitación de quejas y en los tiempos de respuesta equiparables a instituciones homólogas de comunidades como Cataluña o Andalucía. También subrayó la "gran eficacia" del personal, que "con el doble de expedientes tramitados, ha reducido a la mitad los tiempos de respuesta".

Del Rosal indicó también que, de las cuatro quejas de oficio anuales que se registraban hasta el año 2000, se ha pasado a una media de 48 a partir de 2001, y que el promedio anual de expedientes tramitados instancias de los ciudadanos desde 2001 hasta 2005 ha sido de 2.120, en tanto que hasta 2000 fue de aproximadamente 1.100.