Territorio coloca este verano más de 4.200 trampas para controlar las plagas forestales

Actualizado: domingo, 20 agosto 2006 15:56

VALENCIA, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

La conselleria de Territorio y Vivienda intensificó las actuaciones de control de las plagas forestales y durante este verano colocó más de 4.200 trampas de feromona para luchar contra la procesionaria del pino, de las que más de 1.500 se situaron en Parques Naturales como la Calderona, el Desert de les Palmes, Montgó, Hoces y Serra Gelada.

Según señaló la directora general de Gestión del Medio Natural, Concha Maroto, "en total se colocaron 4.225 trampas, de ellas, más de 1.207 se colocaron en la provincia de Alicante, 1.013 en la de Castellón, y más de 2.000 en la provincia de Valencia".

Además, se dió prioridad a las trampas de feromonas en espacios naturales protegidos "frente a cualquier otro método de control" habiendo colocado un total de 1.575 trampas distribuidas en los parques naturales de Sierra Calderona, Montgó, Hoces del Cabriel, Serra Gelada y el Paraje Natural del Desert de les Palmes.

Esta medida forma parte de las actuaciones que está desarrollando Territorio y Vivienda para el control de las plagas forestales en la Comunitat Valenciana y que "durante este año cuenta con un presupuesto superior a los 900.000 euros", confirmó la directora general.

"Estas trampas incluyen feromonas, son sustancias naturales que utilizan los insectos para comunicarse entre sí. En este caso, las trampas llevan la feromona sexual que emiten las hembras durante el período de puesta y cuya función es atraer y capturar a las mariposas macho impidiendo así la reproducción", explicó.

Concha Maroto señaló que "se trata de un método, totalmente selectivo, que no afecta a otras especies y que nos permite mantener las poblaciones de plaga en niveles bajos, una vez que se han reducido los niveles por otros sistemas" y subrayó que es "una actuación que cuenta con un presupuesto superior a los 31.940 euros para este año 2006".

Además, dijo que los montes seleccionados para realizar en ellos los tratamientos presentan, según la prospección realizada, unos grados de infestación y unas características de vegetación y del terreno sobre el que se asienta que hacen que sea este momento el adecuado, y no otro, para llevar a cabo estos trabajos.

"Precisamente -- señaló-- se eligieron como lugares para colocar estas más de 4.200 trampas aquellas zonas en las que el año pasado se intervinieron mediante el empleo de insecticidas biorracionales".

Aseguró que con estas trampas "se evitan posibles reinfestaciones provenientes de la población en diapausa (fenómeno por el cual la procesionaria puede estar enterrada por varios años y no verse afectada por los tratamientos), por lo que se reduce el número de intervenciones necesarias", y por lo tanto, "la cantidad de insecticidas biorracionales", confirmó.

La directora de gestión del Medio natural explicó que estas trampas consisten en una caja de plástico rígido con dos entradas en forma de embudo piramidal en sus lados más estrechos. "Dentro se coloca una pequeña cápsula cilíndrica de plástico que contiene, apenas una pequeña cantidad de feromona, atractivo sexual, de la procesionaria del pino y por la parte inferior de la caja se sujeta una bolsa de plástico flexible, que es donde se van acumulando las mariposas capturadas", indicó.

Además, dijo, la colocación de las trampas, sirve, también, para conocer más sobre la biología del insecto y se puede conocer el momento en el que se producirá el nacimiento de las orugas, lo que permite ajustar la fecha de otro tipo de tratamientos, si se trata de una población de insectos en expansión o en regresión, entre otras.

OTRAS ACTUACIONES

La colocación de trampas complementan otras actuaciones que a lo largo del año desarrolla Territorio y Vivienda como "los tratamientos de fumigación tanto aéreos como manuales", explicó la directora general de gestión del medio natural.

"También en verano -- apuntó-- la conselleria de Territorio y Vivienda coloca nidales para el fomento de las aves insectívoras, como un método más de control de las poblaciones de insectos en aquellos montes, especialmente procedentes de repoblación, en los que por la juventud del arbolado carecen de huecos que sirvan de refugio a estas aves".

Además, en invierno se efectuarán tratamientos manuales bolsón a bolsón en pinares donde los árboles tengan una altura no superior a tres metros; por último, en el tercer cuatrimestre del año se desarrollarán los tratamientos aéreos de los pinares afectados por importantes poblaciones de procesionaria, resaltó Maroto.

En los tratamientos aéreos se utilizan únicamente insecticidas del grupo de los denominados biorracionales, es decir "no se trata de insecticidas tipo veneno que afecten al sistema nervioso como son los insecticidas clásicos, sino que los que utilizamos perturba algún proceso elemental de los insectos, por ejemplo, la interrupción de la muda de las orugas", afirmó.