El trabajador ilegal que perdió un brazo ratifica que su jefe le abandonó antes de llegar al hospital

Actualizado: viernes, 3 julio 2009 19:42

VALENCIA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El trabajador boliviano que perdió el brazo izquierdo con una máquina de amasar en una panificadora del polígono Real de Gandia (Valencia) el pasado 28 de mayo ratificó hoy ante el titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 6 de Gandia que su jefe le abandonó antes de llegar al hospital.

El trabajador, Franns Riller, prestó hoy declaración ante el juez durante algo más de dos horas, ante el que mantuvo su denuncia inicial y afirmó que tras sufrir el accidente, uno de sus dos jefes le subió en el vehículo y le trasladó hasta el hospital, aunque reiteró que le abandonó algunos metros antes de llegar. Indicó que se acordaba de lo sucedido porque no llegó a perder la conciencia.

Respecto a la manipulación de las máquinas de la panificadora, señaló que los trabajadores, todos de origen boliviano y sin contrato laboral, hacían lo que les mandaban los jefes, y que ellos no manipulaban ni tocaban nada sin permiso.

Riller, de 33 años, que reclamará por responsabilidad civil y penal tras lo sucedido, también señaló ante el juez que tras el incidente recibió presiones de sus jefes, quienes le indicaron que no dijera que trabajaba en esa panificadora ni que les conocía.

Tras tomarle declaración esta mañana, el juez aceptó la imputación del padre y de la hermana de los dos jefes de la panificadora, tal y como solicitó el ministerio fiscal, por lo que les llamará a declarar a lo largo de este mes. Previamente, citará a varios testigos en la causa, entre ellos, compañeros del joven inmigrante.

Previamente a Riller, el juez tomó declaración, el pasado 18 de junio, a sus dos jefes, quienes aseguraron que no tenían ninguna responsabilidad porque las medidas de seguridad fueron manipuladas por los trabajadores, algo en lo que el trabajador se ha mostrado disconforme.

Los hermanos y jefes de la panificadora, quienes estuvieron casi cuatro horas declarando, también afirmaron que ellos nunca iban al local, porque los empleados tenían llaves, e indicaron que se deshicieron del brazo del joven boliviano porque consideraron que era inservible, porque estaba totalmente destrozado.

En cuanto al traslado del herido al hospital, afirmaron que le acompañaron hasta el hospital, y que incluso uno de ellos tuvo que ser atendido por un shock emocional, algo que el joven herido niega, ya que mantiene que uno de los jefes le abandonó antes de llegar al hospital.

Este joven llevaba trabajando en la panificadora desde hacía algo más de un año y medio, y en el momento del accidente se encontraba amasando 40 kilogramos de harina, cuando se le cayó una bolsa y se le quedó enganchado el brazo izquierdo en la máquina.

Tras el accidente, el joven ingresó en primer lugar al Hospital San Francisco de Borja de Gandia, y luego fue trasladado al Hospital Virgen del Consuelo de Valencia, donde el doctor Pedro Cavadas no pudo hacer nada por reimplantarle el brazo, puesto que se encontraba en muy mal estado en un contenedor cercano a la panificadora.