VALENCIA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aseguró hoy durante la inauguración de la nueva plaza de La Almonia, que se estrena tras 20 años de excavaciones arqueológicas y una inversión de 6,5 millones de euros, que este lugar será "el punto de partida en el descubrimiento de la ciudad" para los visitantes.
Según dijo, con ella se "cierra el penúltimo capítulo" para lograr un objetivo que se alcanzará "dentro de unos meses" una vez concluya la ejecución del proyecto museístico que "ya está presentado y probablemente se pueda aprobar en el mes de julio".
Barberá explicó que el trabajo en la plaza de La Almoina, desarrollado con "exquisito rigor y respeto", ha estado condicionado, en cada uno de sus elementos y sus materiales, "por los distintos estratos, que se han preservado e integrado" tras las excavaciones realizadas. Asimismo, destacó su satisfacción por los proyectos "importantes" de recuperación del patrimonio, ya que con ellos "existe la posibilidad de que los valencianos puedan conocer prácticamente el comienzo de la historia de nuestra ciudad", aseveró.
La plaza de La Almoina ocupa una superficie cuadrada de unos 2.500 metros cuadrados, y en ella el Ayuntamiento ha desarrollado desde 1985, 13 campañas de excavación, con una duración total de 90 meses, es decir, "siete años y medio completos dedicados a estos trabajos", indicó.
Barberá aseguró que "esta labor ha generado una inmensa y valiosísima documentación técnica, hallazgos de inscripciones, elementos arquitectónicos sueltos, más de 1.000 monedas y más de 2.000 cerámicas de categoría expositiva".
La alcaldesa señaló que se trata de "una recuperación muy importante" porque "todos los valencianos, al menos de mi edad, siempre han recordado esta plaza vallada, siempre han recordado que aquí se estaban haciendo cotas arqueológicas, pero nunca hemos podido pasar por aquí porque siempre estaba vallado".
En este sentido, destacó que hoy la urbanización es "una realidad" que permite contemplarla a través de la lámina de espejo y de agua. Así, indicó que "en el momento que podamos, dentro de seis o siete meses, se abrirá el museo para conocerlo desde cerca, y donde los visitantes podrán verlas, tocarlas, sentirlas y pasear por ellas".
"BROCHE FINAL"
El futuro Museo de La Almoina, que estará finalizado en un plazo de ocho meses y que permitirá ahondar en el conocimiento de la ciudad de Valencia, será "el broche final a los trabajos de excavaciones, análisis, estudio, catalogación y exhibición pública de las ruinas romanas, visigodas, islámicas y cristianas encontradas en este lugar" aseguró la alcaldesa de la ciudad.
Del mismo modo, explicó que el museo tendrá "muchos elementos de comunicación visual, una sala de conferencias para poder estudiar la historia de Valencia, todo con suma elegancia y sobriedad".
Con este museo, añadió, se pretende "estimular el conocimiento y fomentar la curiosidad del visitante como medio para establecer un vínculo con el pasado, relacionar los restos arquitectónicos con la ciudad moderna, enfatizar el valor simbólico y evocativo de los restos conservados y convertirse en un espacio vivo, abierto a la organización exposiciones temporales y actividades complementarias que ayuden a difundir la historia de la ciudad".
Barberá destacó de entre los restos encontrados en los trabajos de excavación "de la época romana republicana, el horreum --almacén--, las termas y el santuario; de la época romana imperial, el foro, la vía Augusta, la curia --ayuntamiento-- el ninfeo o templo de las ninfas, la basílica judicial y la cárcel martirial; de la época visigoda, el baptisterio, el cementerio y la memoria martirial; mientras que de la época islámica, el Alcázar".
Además, subrayó la intención de querer "relacionar los restos arqueológicos con la ciudad moderna, de alguna manera poner enfatizar en el valor simbólico y evocativo de la historia de Valencia, y conseguir que sea un espacio integrado en la vida de los valencianos para que sea un lugar de encuentro de la Valencia del siglo XXI".
Por último, la alcaldesa agradeció a la Archicofradía de Nuestra Señora de Los Inocentes Mártires y Desamparados y al Arzobispado de Valencia la colaboración conjunta "que se tradujo en la firma de un convenio en el año 2000 que permitió ofrecer a los valencianos el uso público de esta plaza", al tiempo felicitó la labor del servicio arquitectónico José María Herrera y José Miguel Rueda "por el diseño y ejecución de esta plaza concebida como un espejo y en el que conviven la piedra, el hierro y el agua", concluyó.