VALENCIA 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vocal del Consejo General del Poder Judicial y ex fiscal coordinador de menores de Madrid, Félix Pantoja, afirmó hoy que la Ley del Menor es un "paso atrás", porque, dijo, pretende "satisfacer un populismo punitivo que existe ahora en la sociedad española, que reclama que se castigue a los menores con más dureza".
Pantoja realizó estas declaraciones en una rueda de prensa posterior a su participación en el VIII Curso Práctico de Especialización en Derecho de Menores en el Colegio de Abogados de Valencia, en la que se abordó la reforma de la ley del Menor, cuyo trámite parlamentario se inició ayer, con enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos políticos.
En su opinión, "es un paso atrás en un modelo de política criminal que se basa en un aumento de la respuesta punitiva y vindicativa" y que "no aporta soluciones a la realidad de los menores, sino que pretende satisfacer un populismo punitivo que existe ahora en la sociedad española".
Al respecto, puntualizó que al reclamar que se castigue a los menores "con más dureza", se pone "en cuestión" otros valores fundamentales, como la Convención del Derecho del Niño, que establece que se debe dar un tratamiento "distinto" a los menores de 18 años y valorar en todo caso su "interés".
En este sentido, recordó que en el caso de los menores, el castigo depende de las "circunstancias personales, familiares y sociales". Pantoja apuntó que la reforma de esta ley aumenta "significativamente" las penas, así como "el tiempo que los menores tienen que estar, por ejemplo, en un centro cerrado, sin que los jueces puedan modificar esa medida".
A su juicio, esto "no está justificado", porque, aseveró, "no ha habido un incremento, según los datos de que dispone el Consejo General del Poder Judicial hasta 2004, de los delitos cometidos por menores".
No obstante, matizó que sí que han ocurrido hechos "muy significativos y graves" que, añadió, "han tenido mucha repercusión social y que han motivado una respuesta de populismo punitivo" al pensar que "todo se arregla con el derecho penal". Sin embargo, afirmó que, en su opinión, "los problemas hay que atajarlos en su origen".
Por ello, Pantoja subrayó que es "un paso atrás en un gobierno progresista" que, dijo, "ha tomado otras actuaciones progresistas y en esto no", por lo que insistió en que conviene "reflexionar" al respecto.
"NO ES UNA LEY BLANDA"
El vocal del CGPJ aseguró, además, que esta normativa, antes de modificarla, no era blanda sino dura, porque castiga con ocho a 10 años de internamiento en centros cerrados, más cinco años de libertad vigilada a los chicos", por lo que, agregó, "un chico de 17 años puede estar hasta los 30 controlado por el Estado".
En su opinión, "el problema radica en que las comunidades autónomas que tienen la competencia de llevar a cabo la libertad vigilada y cumplir con las sentencias, tienen unos déficits de recursos".
En este sentido, lamentó que las medidas "no se cumplen, los centros no están adecuados y no existen profesionales" para controlar las situaciones de libertad vigilada, por lo que apuntó que hay que "arreglar este problema" pero "no reformar la ley".
Pantoja criticó que hay pocos centros terapéuticos, "la mayoría de comunidades no tienen" y esto, dijo, es lo que "decepciona a los profesionales que hacemos una ley con un objetivo". "Hay que poner dinero, no sólo para hacer centros, sino para formar educadores que trabajen en un empleo que es muy difícil", agregó.
Por ello, lamentó que han pasado cinco años desde la aprobación de la ley pero "sigue sin hacer centros terapéuticos, la libertad vigilada no funciona como debiera" y esto es lo que, dijo, "produce decepción, pero no es una decepción en el modelo que significa la ley".
"No se puede confundir el modelo que significa la Ley del Menor con el compromiso que tienen las administraciones para que pueda llevarse a cabo", dijo, y añadió que, si no se puede llevar a cabo, la solución es "poner más penas, más dureza". "Eso me parece una cosa equivocada", agregó Pantoja.
SENSACION DE "IMPUNIDAD"
Por otra parte, preguntado por si la ley actual no crea cierta "sensación de impunidad" hacia los menores infractores, indicó que los usuarios de estos juzgados "dan la nota más alta" a la jurisdicción, mientras que los no usuarios le dan la más baja.
Así, destacó que en las víctimas "hay un elemento de venganza que es propio del proceso penal", por lo que dijo que hay que preguntarse cómo se satisface a las víctimas porque "hay cosas que son irreparables, como la muerte". En su opinión, "hay que ayudarles en todos los aspectos, económico, de solidaridad y de trabajar, para que el sufrimiento se pueda superar".
Según el vocal del CGPJ, "el problema está en que la política criminal se base en la emoción de las víctimas, porque esto es delicado", ya que, insistió, a las víctimas "hay que ayudarles en todo, pero si les dejamos las respuesta penal, ponemos la pena de muerte probablemente". "Es legítimo. A mí me pasaría igual", por lo que considera que esto "debe ser respuesta del Estado, que tiene que legislar desde otra perspectiva", concluyó.