MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
"Para hacer buen cine son necesarias dos cosas: una cámara y libertad", afirma el director Jesús Franco, que recibirá mañana el Goya de Honor, durante la ceremonia promovida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. "Estamos cada vez más involucrados al sistema y uno de los males del cine español es que la gente ya no quiere hacer películas maravillosas, sino negocietes", denuncia.
Con 188 películas realizadas, Franco (Madrid, 1936) declara que tras el galardón de la Academia de Cine hará "otras 216". La libertad y la osadía que marcaron la obra de Franco (director de 'Sobre Pío Baroja' 'Gritos en la noche' o 'El extraño viaje') "no existen" en el actual cine español, según reconoce el cineasta.
El director, conocido por hacer 'terror erótico', afirma que no tiene preferencia por ningún género específico. No obstante, Franco lamenta que "el cine de las salas oscuras se esté muriendo" y destaca el trabajo del estadounidense Quentin Tarantino, un declarado admirador de Franco.
"Él busca nuevas historias y propone un recambio", justifica, citando 'A prueba de muerte' y 'Planeta Terror', dos de sus películas del proyecto 'Grindhouse', "que no tuvieron tanto éxito, pero no importa pues Tarantino es un hombre que adora el cine".
El director cree que el cine comercial no es malo. "Hay que reconocer que los estadounidenses hacen filmes que les gustan a las personas y de eso ellos entienden mucho más que nosotros", matiza.
PIROPOS Y VERGÜENZA
Franco reconoce que su intención siempre fue "entretener al máximo y hacer algo para divertir al próximo", aunque crea que el cine tenga "otros fundamentos". "Todos los piropos de la Academia me dan una vergüenza enorme, sólo soy un tío que hace películas sin mayores transcendencias, nunca he tenido la intención de transcender", matiza el creador, conocido internacionalmente por diversos seudónimos como Jess Franco, Clifford Brown, James P. Johnson o Jess Frank.
A pesar de reconocer que no ha sido "bien tratado" por el mundo cinematográfico en España, declara que hoy eso "ya no importa". "Me han tratado normal", alega. "No hay que dar más importancia a este oficio de la que tiene", dice, añadiendo que "el cine nació en una barraca de feria para entretener la gente".
Franco dijo que suele acompañar las novedades del cine español "que le interesen", es decir, "todo lo que sea cine sincero y que sirva para ayudar al ser humano". "El cine es el vehículo más impresionante para transmitir emociones", justifica el también tío del escritor Javier Marías.
CENSURA Y ÉXITO INTERNACIONAL
Dentro de su extensa cinematografía, el director declara que es difícil destacar sus obras favoritas, pero citó 'Necronomicon - Geträume Sünden' (1968), filmada en Alemania. "No me dejaron hacerla en España".
"El cine es un divertimiento maravilloso que te saca de tu vida común y vulgar para vivir otras sensaciones", declara, afirmando que el séptimo arte es "el mayor show que ha existido jamás". "Y yo, en realidad, soy un músico de jazz que en vez de tocar el trombón hace películas", concluye el director, conocido aficionado a este género musical.