MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El director Ken Loach considera que la obligación de escritores y directores de cine es "seguir tocando las heridas mal cicatrizadas" y eso es precisamente lo que vuelve a hacer en su última película, 'El viento que agita la cebada' (Palma de Oro en Cannes 2006), una película en la que habla del conflicto de la independencia de Irlanda. Un filme criticado por ciertos sectores en Gran Bretaña porque, a juicio del cineasta, "desvela el secreto feroz de la colonización británica".
Loach y el guionista Paul Laverty vuelven a trabajar juntos en 'El viento que agita la cebada', que se estrenará en España el próximo 15 de septiembre. Con este filme vuelven a contar una crónica de guerra, como ya hicieran en 'Tierra y libertad' -ambientada en la guerra civil española-. En esta ocasión se han acercado a un problema más cercano a su historia: los inicios del IRA en los años veinte.
Loach ambienta este filme en la Irlanda de 1920, cuando grupos de campesinos, hartos de la hambruna, se unieron para luchar contra las tropas británicas encargadas de sofocar las aspiraciones independentistas. El joven Damien abandona su carrera de médico y se une al grupo de guerrilleros capitaneados por su hermano Teddy. Tras continuas luchas se acaba firmando un tratado de paz que estalla en guerra civil.
"Espero que nuestra película sea algo más que la temática política que toca, porque habla de experiencias humanas", dijo hoy Loach en Madrid, criticado por este trabajo en ciertos sectores británicos. A su juicio, la reacción "histérica de la derecha británica" se debe a que el filme rompe con dos ideas fundamentales.
DOS BANDOS
Uno, la creencia de que el Imperio británico fue "una institución de caridad", y la película demuestra que "se basó en la violencia y la explotación". "Esto es lo que enfada a la derecha", dijo. El segundo asunto es que esta colonización produjo la brecha y la creación de dos bandos en Irlanda. "Con esta película todos pueden contemplar ese secreto atroz del Imperio británico", subrayó.
Loach, quien destacó que Laverty y él no apoyan "todo" lo que el IRA ha hecho en estos años pero sí han querido mostrar "la justicia de su reclamación", reconoció que la historia que cuenta en 'El viento que agita la cebada' es "universal". Es la historia de un Imperio tras otro y ahora le toca a EE UU. Es siempre la misma pauta: los estados se mueven con la riqueza, la gente se opone y, tras luchas sangrientas, los imperialistas tienen que retirarse", explicó el director, poniendo como ejemplo el escenario de Irak en la actualidad.
Laverty, por su parte, contó que el guión se gestó antes de la guerra de Irak, pero que las semejanzas son inevitables ya que en aquella época y en la actual se da "la misma retórica en los discursos de Churchill y Bush". "La psicología de la ocupación es muy similar", destacó el guionista, puntualizando que Loach y él querían hablar de temas "muy dolorosos y traumáticos sin romantizar la violencia".
MATAR POR IDEALES
Para ello, en el filme se muestra a dos hermanos, que encarnan en la gran pantalla los actores Cillian Murphy y Padraic Delaney, que en un principio luchan por unas mismas ideas y, más tarde, se convierten en enemigos por sus diferentes posiciones políticas. "Uno está dispuesto a matar a su propio hermano por no compartir sus ideas políticas", recordó.
La colaboración de Loach y Laverty a lo largo de su trayectoria en nueve largometrajes (entre ellos 'Mi nombre es Joe', 'Pan y rosas' o 'Sólo un beso') se mantendrá en próximos proyectos, aunque ambos reconocieron que, de momento, no van a hablar de más guerras civiles. En breve comenzarán un filme rodado en Londres y protagonizado por dos mujeres "que encarnan el espíritu del momento".
"Las imágenes de nuestro cine coinciden con la realidad de nuestras vidas. Empecé en los años 60, temíamos una crisis económica, que llegó con Margaret Thatcher y lo pagó la clase obrera. Toda Europa está pagando ahora el precio de aquello, lo que confirma que cada vez esté más comprometido con mis ideales de los años 60", concluyó Loach.