Nación Nuclear, el documental que muestra el día a día de los refugiados de Fukushima

Documental Nación Nuclear
Foto: BIG RIVER FILMS
Actualizado: miércoles, 7 marzo 2012 15:28

TOKIO, 7 Mar. (Reuters/Ep)

   Hace décadas, los habitantes de la población japonesa de Futaba estuvieron tan orgullosos de acoger parte de la central nuclear de Fukushima Daiichi que construyeron un cartel sobre una paseo que proclamaba que la energía atómica haría prosperar su ciudad.

   Ahora, los ciudadanos de Futaba están repartidos por todo Japón sin saber cuándo podrán regresar a sus casas, y su historia se ha convertido en un cuento con moraleja sobre la peligrosa seducción de la energía nuclear.

   Nuclear Nation (Nación Nuclear), un documental que se estrenó el mes pasado en el Festival de Berlín, sigue a los residentes de Futaba que fueron evacuados después de una serie de explosiones provocadas por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo en los reactores a unos tres kilómetros de distancia de la ciudad vecina de Okuma.

   Con la ciudad de Futaba afectada por altos niveles de radiación, los ex residentes no conocen cuándo, o incluso si podrán volver a sus hogares que se encuentran dentro de los 20 km de la zona de exclusión alrededor de la planta. En la amplia región, decenas de miles de personas se vieron obligadas a huir.

   "Uno tiende a pensar sobre la resolución del accidente de Fukushima Daiichi, pero tienes que mirar a la gente", dijo a Reuters el director del documental, Atsushi Funahashi. "La gente que ha recibido el mayor daño son los más ignorados, y eso se tiene que mostrar".

   Además de 'Nación Nuclear', en la Berlinale también se proyectaron otros dos documentales sobre el desastre del 11 de marzo, en un momento en el que los directores comienzan a prestar atención a la peor crisis nuclear desde la catástrofe de Chernóbil en 1986.

   Funahashi comenzó a grabar el pasado abril en un instituto abandonado de un barrio de Tokio en cuyas clases vivían 1.400 evacuados de Futaba y habían establecido oficinas administrativas municipales.

   Basada en entrevistas realizadas a lo largo de un año, la película capta la monotonía de sus vidas diarias mientras esperan el momento de ir a algún lugar en condiciones de hacinamiento y que el alcalde describe como un "sentimiento de refugiado".

   "Lo que realmente quería mostrar en 'Nación Nuclear' era el tiempo de espera de esa gente", afirmó Funahashi. "Tarde o temprano recibirán una indemnización por la pérdida de su tierra y hogares. Pero no van a recibir indemnización por el tiempo que ellos han perdido, y eso es una de las tragedias".

   La única oportunidad que tuvieron de volver a su hogares fue el pasado verano en una visita de dos horas, vestidos con trajes de protección y máscaras para recoger sus pertenencias y rezar a sus antepasados en cementerios arrasados por el tsunami.

"DINERO NUCLEAR"

    Ellos expresan su ira contra el Gobierno, los reguladores y los propietarios de la fábrica que les habían asegurado que la estación nuclear era segura. Una sensación muy alejada del sentimiento de finales de los 70 cuando la ciudad de 8.000 habitantes se encontró de repente con fondos procedentes de impuestos a la propiedad y subsidios gubernamentales después de que la propietaria de la planta, Tokyo Electric (Tepco), comenzara la construcción de dos reactores en Futaba.

   Con este "dinero nuclear" sobrante, Futaba gastó gran cantidad en un centro de atletismo, una biblioteca y otras infraestructuras, mientras que los habitantes tenían la posibilidad de trabajar en su propia ciudad y agrandar sus casas - la central fue vista como un regalo del cielo.

    En una de las escenas, la cámara graba un letrero que afirma: "La energía atómica hace más próspero a nuestro pueblo y a nuestra sociedad".

    Sin embargo, bajo reglas de la depreciación, los reactores fueron valorados a un precio muy bajo después de 15 años, y Futaba, con una gran cantidad de deudas y casi en quiebra, se convirtió en una de las ciudades más pobres de Japón a finales de la pasada década, según el documental.

    Futaba estuvo a punto de aprovechar más "dinero nuclear" con el que financiar sus deudas, ya que Tepco tenía previsto comenzar a construir dos nuevos reactores en abril de 2011.

   "Creíamos que el futuro de Futaba estaba en juego sin ese dinero", afirmó en el documental el alcalde Katsutaka Idogawa. "Ahora me doy cuenta de que las desventajas superan con creces las ventajas... He llegado a pensar que fue un error invitar a la central de energía nuclear a que entrara en nuestras vidas".

    Unas 500 personas aún continúan viviendo en el instituto, y Funahashi afirmó que ya ha comenzado a trabajar en 'Nación Nuclear 2', sobre sus vidas dos años después del desastre.