Najwa Nimri defiende interpretar "personajes trastornados" como el de su última película, 'Las vidas de Celia'

Actualizado: martes, 16 enero 2007 17:43


MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Najwa Nimri reconoció hoy su debilidad por encarnar en la gran pantalla "personajes trastornados y al límite" como hiciera en 'Los amantes del Círculo Polar' o en su más reciente trabajo, 'Las vidas de Celia', de Antonio Chavarrías, que se estrena este viernes en los cines. El reparto de este 'thriller', que se presentó en el marco del Festival de Cine Solidario de Madrid, lo completan Luis Tosar, Aída Folch y Daniel Giménez Cacho.

"Hago esos personajes y me inclino a defenderlos. Es gente con la que aprendo cosas. Me resulta apasionante escarbar en las cavernas", dijo la actriz, reconociendo que se siente "privilegiada" por tener una vida "idílica", en la que lo más preocupante es tener que ir a trabajar, "sin problemas".

Nimri, quien recordó que en su anterior filme, 'Trastorno', le tocó dar vida al personaje que no estaba trastornado y "me aburrí", se mete ahora en la piel de Celia, una mujer con una enfermedad mental, que ha intentado suicidarse. Esa misma noche, una adolescente es violada y asesinada. Será cuando Celia conozca a Miguel Angel (Tosar), un policía que investiga el caso. Y cuando se obsesione con que su marido (Giménez Cacho) es el autor de los hechos.

"Es una mujer que vive en un momento luminoso y, un día, entra en 'shock'. Sigue con su rutina diaria, pero sin sensación de futuro, estancada en el tiempo, asustada, en un continuo vacío", explicó Nimri, sobre un personaje que "no es valiente, es el antihéroe".

"UN MAR DE DUDAS"

Para Chavarrías, el papel de Celia "es el más complicado" de la película. "Su personaje es todo un reto, que navega en un mar de dudas", apuntó el cineasta, quien detalló que al igual que este personaje la película es "un renacer".

En el caso de Miguel Angel, Chavarrías puntualizó que era un personaje que le daba "miedo". "Quería que fuera una persona que se dedica a la investigación y no mostrar un policía de los que hemos visto muchos en la gran pantalla", precisó, a lo que Tosar agregó que "no es un personaje nada glamouroso", que más que trabajo de acción realiza trabajos de oficina.

Tosar detalló que habló con policías para preparar su papel. "Tienen una vida con un punto un poco gris. Suelen tener una vida personal desastrosa, porque desempeñan una profesión muy especial y extraña, en contacto siempre con el crimen", dijo.

Por último, el director se refirió a la violencia que hay en la cinta, distinguiendo entre una, "la evidente y ocasional, de alguien que comete un crimen por primera vez"; y "otro tipo de violencia, escondida, pero que se acentúa con los años".