MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El actor estadounidense Sean Penn ha demandado por difamación al cineasta Lee Daniels, director de películas como El mayordomo o Precious y creador de la serie Empire, después de que éste le acusara de maltratador.
Según revela una información publicada por The Hollywood Reporter, el intérprete presentó este martes ante el Tribunal Supremo de Nueva York una demanda por 10 millones de dólares por difamación contra el cinesta. Según Penn, durante una entrevista a The Hollywood Reporter, Daniels le acusó de pegar a varias mujeres y le llegó a comparar con Terrence Howard (Empire) acusado de pegar a su exesposa.
En sus declaraciones, el director insinuó que Penn había cometido malos tratos: "[Terrence] no ha hecho nada que no hayan hecho Marlon Brando o Sean Penn, pero de repente es un puñetero demonio". "Es un signo de nuestro tiempo, de la raza, de dónde nos encontramos ahora en América", añadió Daniels.
Mathew Rosengart, el abogado de Penn explicó que su cliente exige una compensación económica al director: "Debido al estatus que Penn tiene como figura pública, durante años ha sido objeto de constantes ataques sin una base firme. Pero Penn, como cualquier ciudadano, tiene el derecho a defenderse y no tolerará comportamientos insensatos la conducta malintencionada de algunas personas".
"En consecuencia y debido a estas declaraciones, Penn reclama una compensación económica, con el objetivo de impedir que Daniels y otros sigan difamando". Lo más problemático es que Daniels compara erróneamente a Penn con Howars, ya que aunque sí ha tenido problemas con la justicia, Penn nunca ha sido arrestado ni mucho menos condenado por violencia de género, tal y como pueden confirmar sus exparejas, incluida Madonna".
Además, en su reclamación, el intérprete explica que Howard ha admitido públicamente que sí abusó de su exesposa y dice que las declaraciones de Daniels son indignantes, porque parecen disculpar las acciones del actor. Penn también cree que Daniels salió en defensa de Howard debido a una supuesta campaña para reforzar y promocionar la serie Empire de cara a los premios Emmy, que se celebraron el pasado domingo en Los Ángeles, California.