El Círculo de Bellas Artes acoge el arte instintivo de los marginados y enfermos mentales en la muestra Genio y delirio

MADRID 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Círculo de Bellas Artes de Madrid presenta hasta el 3 de septiembre la exposición 'Art Brut. Genio y delirio' compuesta por una selección de obras realizadas por marginados sociales o enfermos mentales. La producción plástica de estos individuos fue denominada por el coleccionista Jean Dubuffet en 1945 'art brut' un arte en bruto o instintivo, al margen de circuitos comerciales. Todas las obras proceden del fondo de la Collection de l'Art Brut de Lausana (Suiza) y se exponen por primera vez en España.

Para mostrar este singular genero artístico, la comisaria Dolores Durán ha seleccionado 65 obras entre pinturas, esculturas y collages. Con esta selección ha pretendió mostrar tanto a los artistas "históricos" de este fenómeno como a los autores que siguen creando obras en estos momentos, ya sea en sus casas o en los psiquiátricos. "Quería demostrar que el Art Brut ha existido siempre y seguirá existiendo", alegó.

Los autores seleccionados para este muestra, patrocinada por Bancaja y la Comunidad de Madrid, son clásicos como Alöise Corbaz, Laura Pigeon, Madge Gill o Adolf Wölfli frente a autores menos conocidos, incluidos en esta muestra por la originalidad y representatividad de sus propuestas.

Este es el caso de Paul Amar (Argel, 1919) que todavía trabaja con sus conchas marinas pintadas con laca de uñas, presentadas como alto y bajo relieves e iluminados desde el interior por bombillas, disimuladas bajo erizos de mar o el caso de Eugenio Santoro (Italia, 1920) un ebanista que crea esculturas en madera de seres humanos y animales a tamaño natural y con gran expresividad a partir de árboles frutales, que en ocasiones, él mismo pinta y barniza. Dolores Durán explicó que el primer contacto de Dubuffet con el art brut se produjo, en la década de los cuarenta, cuando comenzó a interesarse por las obras realizadas por enfermos mentales. Pronto su fascinación por estos trabajos insólitos le llevó a preocuparse por una amplia gama de autores, no necesariamente locos o marginados, cuya producción circulaba por terrenos periféricos a la historia del arte.

Los esfuerzos de Dubuffet se materializaron en un enorme elenco de 4.000 obras que, treinta años después, donó a la ciudad de Lausana, donde se encuentra el museo de la Collection de l'Art Brut.