MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Galería Elvira González acoge una exposición individual del fotógrafo Chema Madoz, premio PhotoEspaña en el año 2000, con su trabajo de los últimos dos años que consta de un total de 32 fotografías con las que, a través de la composición con objetos, busca que cada espectador "extraiga su propia lectura".
Así lo ha hecho saber el fotógrafo en rueda de prensa con motivo de la presentación de la muestra, este martes 11 de septiembre en Madrid. "Lo que siempre me ha interesado es que el trabajo respire con levedad. En mi trabajo hay cierta ligereza que pone la imagen en otro nivel pero también abre la puerta a poder hacer diferentes lecturas", ha explicado.
Por ello, ninguno de sus trabajos contiene título, a fin de que el espectador no condicione de antemano el significado de cada fotografía. En este sentido ha señalado que prefiere "que sea el espectador el que complete el sentido de la imagen".
Madoz ha asegurado que a pesar de que es una exposición que de alguna manera juega con elementos con los que ha trabajado a lo largo del tiempo, ha introducido matices nuevos como el paisaje o la idea de reinterpretación a través de maquetas.
Asimismo, ha desarrollado otra línea de trabajo inspirada en el bodegón clásico con la cámara partiendo de un punto de vista frontal e intentando convertir el objeto "en algo más icónico".
"Se echa mano de un material más clásico, pero a la vez lo incorporo a un lenguaje mas conceptual o incluso contemporáneo", ha dicho. En cualquier caso, subraya que, para él, "la mirada es como la voz, difícil de ocultar", y, por ello, ha expresado que "de alguna manera" esta exposición es como "reencontrarte con alguien que ya conoces pero que ha cambiado con el tiempo".
Así, al pasear por las salas de la galería, los visitantes se van a encontrar con composiciones como un ciprés con una campana simulando una iglesia, o unas escaleras mecánicas que solo abarcan un par de peldaños, simulando, a su juicio, "una sociedad acomodada" aunque acoge "cualquier tipo de interpretación que cualquier persona pueda hacer".
En este sentido, ha matizado que para él, trabajar con los objetos es una manera directa de trabajar con los conceptos. "Es un material de trabajo, a los retratistas no les suelen decir que por que no fotografían objetos, y a los que fotografiamos objetos si nos lo suelen preguntar, como si faltara algo", ha expresado.
Y es que en su opinión, la fotografía es "una especie de territorio" donde aglutina "ideas dispares con una procedencia muy diferente" pero que acaban resultando en algo "muy homogéneo". "Trabajo con los objetos de una manera muy intuitiva", ha aseverado.
Asimismo, asegura que ninguna de las imágenes contiene fotoshop y todas están "construidas, iluminadas y luego fotografiadas". "La cámara se utiliza solo para registrar, pero hay una serie de claves detrás", ha explicado para añadir que no es lo mismo ver los objetos con los que trabaja en directo que plasmados en una imagen.
Otra de las características que su proyecto es la similitud de sus fotografías con dibujos de carboncillo, algo que Madoz achaca a su preocupación por los negros, los blancos y su plasmación en relación a la iluminación.