MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El filósofo y escritor Julián Marías, que falleció el pasado mes de diciembre, expresaba preocupación en la última entrevista que concedió, porque "España siga siendo España y no se diluya", según recoge Europa Press de las páginas del último número de la revista 'Cuenta y Razón', de la que Marías era maestro y fundador.
En una entrevista concedida a Leticia Escardó a últimos de noviembre de 2005, Marías respondía así a la pregunta de qué es lo que más le importaba a sus 91 años de edad. Pero no consideraba que los nacionalismos pudieran romper la unidad del país. "Romper, no, pero molestar... mucho", afirmaba un pensador que recordaba la llegada de la Democracia como el momento de su vida que "más alegría" le había provocado.
"Me gusta mirar hacia adelante sin duda y veo que España puede estar mucho mejor y que hay bastante gana de que así sea", destacaba entonces Marías, reconociendo que pensaba "a menudo" en España y que mantenía "la esperanza porque España está viva. Hay tensión".
Preguntado por cómo afrontaba los peligros de la vida, Marías respondía que "el mayor peligro es el desánimo" y le preocupaba la "simplificación en todos los sentidos".
En cuanto a qué es lo que más echaba de menos, Marías destacaba que, "quizá, lo que más escasea es el pensamiento". "Yo creo que es preciso contar con la realidad", matizaba, puntualizando que él hablaba "bastante" con Dios, a quien consideraba como el que "está ahí y le interesan todas tus cosas".
NO DECIR MENTIRAS
Echando la mirada atrás, comentaba que de lo que más orgulloso se sentía era de no haber dicho ninguna mentira desde que era niño. "Yo tenía 6 o 7 años y mi hermano tres más. Nos prometimos no decir nunca una mentira y lo he cumplido", recordaba entonces.
Pese a haber disfrutado de una vida tan longeva, Marías no se sentía satisfecho con lo realizado hasta la fecha. "No he conseguido la mayor parte de las cosas que me he propuesto en la medida en que me hubiera gustado. Por ejemplo, en 1950 hablé de cosas que no tuvieron eco alguno", prosiguió, concluyendo que creía haber ayudado a "amar la libertad".