MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los hay que escriben su propia autobiografía, pero, en ciertos casos, las palabras pueden quedar cortas con respecto a todo lo que abarca una vida. Así, Marga Clark, la fotógrafa madrileña ha decidido hacer un repaso de sus años mediante la exposición Cosmogonía, un recorrido por cuatro décadas de trabajo que se inaugura los días 7 y 8 de octubre en la Fundación Antonio Pérez (Cuenca) y en el Museo de la Fotografía F.A.P. (Huete).
"Fue en la oscuridad del laboratorio donde empecé a ver por primera vez". Es la confesión de una mujer que, tras varios años volcada en su actividad poética y literaria, regresa al universo psicológico de la mirada a través de su cámara y sus lentes y objetivos.
La escritora y artista madrileña confiesa que su trabajo es una manera de cuestionarse a sí misma y una excusa para adentrarse más en todo lo que la rodea. Con esta premisa, Cosmogonía propone adentrarse en su universo a través de las tres épocas que marcaron su carrera.
La primera, Movimiento Estático (1976-1985), comienza con un cambio fundamental en la vida de Clark cuando a mediados de los años 60 le conceden la Beca Margaret Cage que la lleva a realizar estudios universitarios en Nueva York en instituciones como Bennet College, el Hunter College o el Centro Internacional de Fotografía.
En los años 70 ya es la fotógrafa oficial de la Oficina Española de Turismo en la Gran Manzana. Pero detrás de los retratos de las personalidades que inmortaliza en aquellos años, y tras haber estudiado con el gran maestro del retrato, Philippe Halsman, Clark busca la excusa para adentrarse en todo lo que le rodea. Esta etapa concluye con el primer gran reconocimiento a la artista cuando en 1985 el MOMA de Nueva York adquiere varios ejemplares de su primer libro de fotografías: Static Movement-Movimiento Estático.
SEGUNDA Y TERCERA ETAPAS
Transformaciones (1985-1988) es la segunda época de Marga Clark. Un lenguaje que se configura en trípticos de imágenes que van del color al blanco y negro y que aspiran a la perpetuidad mediante la combinación de formas y texturas que confluyen en la abstracción que indulta a lo condenado al olvido.
Marga Clark muestra con su abecedario en Transformaciones un lenguaje que evocó paulatinamente palabras. Fue la época en la que la artista fotógrafa empezaba a explorar su otro universo: la poesía. Ella misma asegura que la poesía es el origen de toda su creación. Su poemario, El olor de tu nombre, ganó el premio Villa de Madrid de poesía en 2008.
Instantáneas del alma (1988-2016) es su tercera, más prolífica, lírica y profunda etapa. Todo el camino vital y artístico de Marga Clark goza de un recorrido lúcido y coherente. Si en Transformaciones rescataba del olvido algunos objetos, en este periodo el pensamiento es aún más existencial y materializa la pugna entre la vida y la muerte. Clark crea un templo donde las imágenes guían al interior de su alma donde las memorias que encierran son también las de quienes las observan.
Esta exposición que permanecerá abierta al público los próximos meses contiene, además, otras composiciones de la artista como las Cajas poéticas, Cajas Áureas, Poemas Áureos o Poemas traslúcidos, entre otras propuestas que configuran estas cuatro décadas de una biografía artística que se antoja indispensable en el arte contemporáneo.
