El Museo Thyssen muestra cinco siglos de arte occidental a través de 57 obras de la colección Pérez Simón

MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Museo Thyssen-Bornemisza ofrece desde mañana hasta el próximo 10 de septiembre la exposición 'De Cranach a Monet. Obras maestras de la Colección Pérez Simón', la primera presentación pública de esta destacada colección particular mexicana, conocida como JASP y considerada la colección de arte europeo más importante de Iberoamérica. A través de 57 obras la muestra da cuenta de cinco siglos de arte occidental.

Así lo explicó hoy el conservador jefe del museo Thyssen, Guillermo Solana, quien recordó también las afinidades de la Fundación JASP con la Fundación Thyssen-Bornemisza, ambas "ejemplo de fortuna puesto al servicio de la comunidad y de esfuerzo por compartir con el público la pasión por el arte", dijo.

Comisariada por Roxana Velásquez, directora del Museo Nacional de Arte de México y conservadora de la colección Pérez Simón, la exposición, inaugurada hoy por los Príncipes de Asturias, reúne pinturas de algunos de los grandes nombres de la Historia del Arte como Cranach, Rubens, Canaletto, Tiepolo, Goya, Corot, Monet, Cézanne, Gauguin, Pissarro, Renoir o Van Gogh, entre otros muchos.

Según destacó Solana, Pérez Simón fue un hombre "de gusto apasionado y universal en el arte" y logró "reconciliar lo que parecía irreconciliable". "Esta colección ha mostrado una imagen íntegra y cabal del siglo XIX en donde la pintura campesina, la victoriana o la académica francesa están unidas con el objetivo común de persecución de la belleza", explicó.

LA COLECCIÓN PÉREZ SIMÓN

Roxana Velásquez, por su parte, recordó que la colección JASP está formada por más de 1.000 piezas, incluyendo pintura, escultura, dibujo, artes decorativas y manuscritos desde el siglo XIV al XX.

La Colección Pérez Simón empezó a formarse a principios de los años 70 al verse "muy mermada" la adquisición de obras para los museos mexicanos y con el objetivo de complementar este panorama, dijo la comisaria.

El rigor estético y una cuidadosa selección de las obras, además de la singular personalidad y gusto de su propietario, son las principales características que han marcado la formación y el enriquecimiento de los fondos. El interés por la belleza femenina, la naturaleza, las escenas de la vida cotidiana que hablan de los placeres terrenales en contraposición a lo efímero de la vida, representado en las naturalezas muertas, o la fascinación por el uso de la luz y el color son algunas de estas peculiaridades.

DIFERENTES ESCUELAS

La comisaria de la exposición ha seleccionado para esta muestra un conjunto significativo de obras que incluye magníficos ejemplos de las escuelas italiana, alemana, flamenca, holandesa, francesa y británica. De forma especial, destaca la sección dedicada a la pintura del siglo XIX, ya que es también uno de los capítulos más sobresalientes de la Colección y, particularmente, la denominada escuela victoriana y el Impresionismo.

Rosana Velásquez destacó algunas de las pinturas elegidas para este recorrido que comienza con las escuelas italiana y alemana de los siglos XIV-XVI: La primera está representada por dos Madonnas con el Niño, obra de Spinetello Aretino y Benvenuto di Giovanni, y el 'Retrato de Eleanora de Toledo' realizado por Agnolo di Cosimo, más conocido como Bronzino. Dos obras de Lucas Cranach, uno de los grandes representantes del renacimiento alemán, completan la sala: 'La Caridad' y 'San Jerónimo escribiendo en un paisaje rocoso'.

En la sala dedicada a las escuela flamenca y holandesa del siglo XVII sobresale una 'Virgen con el Niño bendiciendo', de Rubens, y otros tres grandes nombres: Brueghel, Van Dyck y Teniers. La presencia de la escuela holandesa se inicia con un especialista en naturalezas muertas Pieter Claesz, continúa con Ferdinand Bol, seguidor y discípulo de Rembrandt, y se cierra con dos muestras de la pintura de género, obra de Jan Steen y Jacob Toorenvliet.

La pintura del siglo XVIII arranca con Canaletto y Gianpaolo Panini; también está presente en la muestra Tiepolo, la gran figura de la pintura veneciana de esta época. La sala se completa con dos floreros del pintor holandés Jan van Os, un retrato de Jean-Marc Nattier, en representación de la pintura francesa de esta centuria, y el 'Retrato de doña María Teresa de Vallabriga y Rozas', obra de Francisco de Goya (la única obra de pintura española presente en la exposición).

ACADEMICISMO Y REALISMO

El siguiente punto del recorrido está dedicado al siglo XIX. Desde Bouguereau o Cabanel, líderes del conservadurismo académico, hasta la nueva sensibilidad de Corot, Lhermitte o Dupré, la pintura francesa de este periodo en sus más variadas manifestaciones protagoniza esta sala. Desnudo, paisaje o escenas campesinas, comparten espacio aquí.

La escuela victoriana, poco conocida en nuestro país y escasamente representada en los museos españoles, es otro de los puntos fuertes de la exposición y aparece representada por obras de Dante Gabriel Rossetti, James Jacques Tissot, Albert Joseph Moore, John William Waterhouse, Frederic Leighton o Lawrence Alma-Tadema. Son algunos de los principales componentes de las corrientes prerrafaelista y esteticista, que resaltó la comisaria.

La muestra finaliza con una selección de obras del periodo Impresionista y Postimpresionista (siglo XIX) con nombres como los de Claude Monet, Camille Pissarro, Henri Fantin-Latour, Pierre-Auguste Renoir, Paul Cézanne, Paul Gauguin o Vincent Van Gogh, y ejemplos de los principales géneros que cultivaron, principalmente el paisaje, retrato o bodegón.